Por Juan Carlos Mangino Pariente
editorial@queremoscomer.com
Maria nos cuenta que nació en una Casa Portuguesaporque toda su familia viene de ese increíble país de Europa Occidental, su papá quien era un importante diplomático se enamoró de México y decidió quedarse aquí, así que creció entre los dos países.
Juan Carlos: ¿Cómo nace Casa Portuguesa?
María. Nace hace ya 14 años cuando estaban traspasando el "Samborcito" de la esquina, mi esposo Francisco Zamudio ve la oportunidad, así que lo tomamos en 1995 y abrimos un negocio que se llama Café Parque Polanco, luego agarramos el local de a lado (donde está Casa Portuguesa ahorita) con la idea de abrir un concepto de cocina mexicana ya que empezaba el "rollo" de "Fine Dining" mexicano con restaurantes como Villa María etc. Pero por mas intentos que hicimos el restaurante no acababa de arrancar, entonces en el mes de abril se me ocurre hacer un festival que se llamaba Abril en Portugal obviamente porque en mi casa siempre se comió ese tipo de comida. Así nace el primer restaurante portugués de la ciudad Casa Portuguesa.
Juan Carlos: ¿Estudiaste ara ser cocinera?
María. Pues al principio empecé a tener asesorías de chefs como José Cerdeira, luego fui alimentándome de cursos como por ejemplo en Lé Cordon Bleu, Maricu, Ambrosía y cada visita en Portugal era obligada a una asesoría con gente como Luis Baena que es un gran chef de Portugal etc. La verdad yo no me llamo chef, aun que mucho del oficio se aprende trabajando en la cocina, por otra parte tengo un hermano chef Eduardo Da Silva quien tiene Panadería Da Silva quien si tiene el titulo y compartimos la misma pasión por la cocina.
Juan Carlos ¿Eres mamá?
María. ¡Sí! Soy mamá de tres, uno de 27, otro de 24 y el chiquito de 10 años.
Juan Carlos: Yo se que esta vocación restaurantera es muy demandante y te quita mucho tiempo. ¿Cómo le haces para ser mamá y restaurantera?
María. Sin duda es la parte más complicada y lo más importante es trabajo en equipo, Paco y yo hemos formado una familia donde valores como respeto, cooperación y trabajo en equipo han sido pilares. Durante 10 u 11 años vivíamos arribita del restaurante y eso fue un gran detonante para poder hacer las cosas porque yo dejaba a mis hijos haciendo la tarea a veces con mi mamá (Q.E.P.D.) quien me ayudaba muchísimo y yo bajaba a atender el lugar.
Juan Carlos: ¿Qué les recomiendas a las mamás de hoy para que sus hijos no salgan remilgosos con la comida?
María. Te voy a contar algo chistoso, yo de niña comía muy mal, me quedaba en la mesa sentada hasta que no me acabara el plato y me pasaba las horas "inventando el mundo" hasta que me perdonaban y me podía parara (y se ríe) y hoy en día como de todo, bueno menos viceras, pero yo digo que a sus hijos les insistan en que tienen que probar, pero si no les gusta pues no se lo tienen que comer, déjalos ser.
Juan Carlos: ¿Cual es la clave para trabajar en un negocio tan demandante y en donde predominan los hombres?
María. Sin duda el respeto y personalidad son puntos muy importantes para generar liderazgo, me siento muy privilegiada por el equipo que tengo en la cocina y comedor. Por otra parte como mujer lo que siempre me ha faltado es tiempo, me encantaría que el día tuviera 8 horas más porque hay que atender a los hijos y al negocio.
Juan Carlos: ¿Admiras algún chef mexicano?
María. ¡Ay si! Soy totalmente admiradora de Monica Patiño, chef deLa Taberna del León, quien tiene una increíble trayectoria en la escena gastronómica de México. También soy fan de Elena Reygadas, me encanta su "rollo", ir a Rosetta siempre es un placer. Por otra parte gente como Eduardo García quien salió dePujoly ahora es chef de Máximo Bistrot.
Juan Carlos: ¿Cómo definirías la cocina de Casa Portuguesa?
María. Muy honesta, natural, casera, cuidando siempre el ingrediente. La verdad es que la franqueza de la cocina portuguesa permite que sea así.
Juan Carlos: ¿Tu mamá fue influencia en la cocina para ti?
María. Por supuesto, yo le tenía que ayudar mucho a mi mamá porque casi todos los viernes por no decir todos, había comida en mi casa. Mi papá como buen diplomático que era siempre invitaba desde el marinero perdido portugués hasta el secretario o embajador de donde fuera.
Juan Carlos: Ya para terminar te quiero preguntar ¿Cómo se ven en un futuro?
María. Siempre nuestro principal objetivo es convertirnos en un clásico consolidado, sin querer nos hemos vuelto un poco embajadores de la cultura portuguesa, tal vez abrir una pequeña tienda con productos portugueses.
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