Boca del Río, un cachito de Veracruz en el DF

Es un hecho que a la gente chambeadora le va bien en la vida, Boca del Río nace como un pequeño "changarro" en 1941 en el barrio de Tepito, con una mesa y dos banquitos, posteriormente el señor Castillo, debido al éxito que estaba teniendo, decide pasar el restaurante a Calzada de Guadalupe, para después establecerse definitivamente en la calle Ribera de San Cosme donde hoy en día es uno de las mejores ostionerías y marisquerías de nuestra ciudad

Ambiente.
Boca del Río se encuentra en un clásico edificio de la colonia San Rafael, uno de los barrios con mayor tradición en La Ciudad de México. Su decoración es muy al estilo de las cantinas de la zona con una barra que recorre a lo largo de la entrada, en el salón con capacidad para más de 800 personas.  Te vas a encontrar desde gente que trabaja por la zona, gente que viene de colonias del poniente hasta familias de todos lados. Cuando voltea uno la cara se puede dar cuenta del trió de jarochos amenizando la tarde con buena música. Cabe mencionar que el servicio es uno de los más rápidos y eficientes que he visto y es que hay un común denominador, el 90% son mujeres las que atienden el lugar.

Comida y bebida.
Una regla muy importante dentro de la operación de Boca del Río es comprar toda la materia prima como dicen por ahí "Diarina y diahuevo" o sea ¡Todos los días! Esto trae como consecuencia una frescura irrefutable.

Primero lo primero.
Para calmar el hambre bestial en menos de 2 minutos hay que pedir una tostada, puede ser de camarón, pescado, caracol o jaiba. En este caso fue la de caracol de mar súper fresco, textura bien firme, bien sazonada con un poco de cebolla y jitomate, le pones un limón entero, salsa de tu elección (Buffalo, valentina o habanera) ¡y le pegas un mordidón! No importa que te embarres todos los cachetes de salsa. Algo que se agradece mucho en Boca del Río son los 150 gr. De marisco en una sola tostada, o sea bien servidas.  

Lo que sigue por favor.

Dice un antiguo proverbio romano "Al lugar que fueres haz lo que vieres"  y como yo estoy en una ostionería, pues hay que pedir ostiones. Don Alfredo, uno de los dueños que por cierto siempre está al pendiente junto con su hermano, nos mandó los ostiones 3-3-3-3. Los Rockefeller con espinaca bien salteada en cebollita, mantequilla y crema.A la Diabla con su receta secreta de salsa diabla, Los Roquefort que le da ese toque fuerte y por último A lo macho con una salsita de esas que te hacen chillar ¡pero de la emoción! Todos gratinados al punto que el queso estaba bien doradito y burbujeante. La ventaja es que esos ostiones estaban en el agua ayer. Una bola bien fría de cerveza Chope recién servida del barril ¡Y Vas que chutas! No puedo dejar de mencionar el coctel de camarón y callo estilo Acapulco en su clásico vaso de malteada, con salsa cátchup preparada, cebolla, cilantro, chilito verde. Le pones mucho limón, salsa búfalo, ¡Simple y magistral!

El Fuerte.
De plato fuerte uno tiene que pedir en Boca Del Río el huachinango o la mojarra al mojo de ajo, al entrarle con el tenedor se desmenuza muy rápido la carne, la pones en una tortilla, limón, salsita habanera. ¡La pura sabrosura! Pero ¡atención! tienes que pedir las tortillas recién hechas a mano, porque si no te traen de las normales, este es un secreto solo para conocedores.

Para rematar.
Para rematar puedes pedir unas fresas con crema acompañadas de unos cuantos oportos y conforme la tertulia avance, unos cuantos tequilas.

Celebro y felicito este tipo de negocios familiares, Boca del Río en específico es un ejemplo de calidad, unidad familiar y trabajo duro. México necesita a familias como la Castillo para poder forjar un mejor país.