EL COSTEÑITO

¿Qué es lo primero que piensas cuando escuchas la palabra playa? Sol, arena, olas… yo la verdad, pienso en frutos del mar, pescado y una rica cerveza bien fría; si eres como yo, y lo que más disfrutas de la playa son los placeres culinarios que el mar provee, este restaurante te va a encantar.

El Costeñito es un establecimiento que ofrece la frescura y delicadeza de los productos del mar. Con su sencilla pero cálida decoración te hace recordar aquellos restaurantes pintorescos que se encuentran a la orilla del mar. 

El restaurante consta de dos plantas; baja y alta, en la primera, se encuentra la terraza para fumadores que da a la calle, por dentro, el salón está bien decorado ─ con elementos náuticos ─, pero no es ostentoso ni pretencioso. Se percibe un ambiente muy casual y relajado.

La parte alta a la que ellos llaman “La palapa”, es muy agradable, decorada con mosaicos azul y blanco, un faro a la cercanía y un barco que a lo lejos pareciera acercarse a ti, hacen de tu estancia un momento agradable.

El servicio de alimentos del Costeñito es al centro, así todos pueden “botanear” y probar de todo, tienen disponible una barra de salsas, para que adereces tus alimentos como a ti más te gusta, consta de más de 10 variedades.

Son especialistas en los clamatos, Clamacheves, y cuentan con una oferta extensa y variada de esta bebida, pero también hay variedad de otras mezclas con y sin alcohol, así como tragos derechos y vinos de mesa.

Para comer, no puedes dejar de probar las clásicas tostadas de atún, un verdadero deleite; los diferentes tipos de tacos capeados, como los de camarón que además están gratinados; la ensalada tropical en la que puedes escoger, según tu gusto, que la sirvan con pollo, camarón o sencilla.

También son una delicia los camarones súper Panchita, rellenos de marlín, envueltos en tocino, gratinados y bañados con una salsa de tomate, todo un agasajo; el filete Costeñito, con queso y camarones al ajillo; y el arroz salseado, acompañado de un salteado de mariscos.

En general los platillos no son picosos, salvo unos cuantos. Y lo mejor, es que no hay que esperar largo tiempo para que tus alimentos lleguen a la mesa, el servicio es rápido, así que si tienes poco tiempo para comer, no te preocupes, aquí puedes disfrutar de tus alimentos sin tener que invertir tanto tiempo.

De lunes a sábado a partir de las ocho de la noche hay DJ por lo que el lugar se torna muy juvenil, pero en general puede ir toda la familia.