La Única

En lo que fuera una vieja casona de Polanco, casi a un costado de Masaryk, hoy se levanta un espacio que ya se ha colocado entre las preferencias de los capitalinos a pocos meses de su inauguración. Es difícil imaginar que detrás de su discreta fachada se esconde un lugar de espacios amplios y de juegos entre las texturas, los ambientes y el confort. Diseñado en conjunto por el arquitecto Jorge Campos y el interiorista Lázaro Rosa Violán, los detalles abundan inesperados en los rincones, que otorgan una personalidad distinta al restaurante; desde la amplísima terraza, repleta de luz natural y perfecta para fumadores, hasta el cómodo salón con mullidos sillones ideales para dejarse consentir y olvidarse del caos de la zona. No debe perderse la oportunidad de echar un ojo a su cocina abierta que hace crecer los antojos.

La Única ofrece un amplio menú creado por el chef David Hernández, en colaboración con el chef sinaloense Fernando Covarrubias, e inspirado en las cocinas regionales de la costa del Pacífico y el norte del país. La atmósfera del lugar y el ambiente relajado invita a aventurarse a ordenar un buen número de opciones de la carta y compartir al centro para probar de todo.

Aprovechamos la tarde soleada para instalarnos en su patio exterior y elegir el atropellado norteño con salsa de molcajete —un guiso típico del Norte preparado con carne, tomate y chile—, acompañado con tortillas de harina para hacer unos taquitos de lujo. Pero eso no fue todo, cuando pensábamos que el taco no podía mejorarse, tuvimos el buen tino de dejarnos guiar por la sugerencia del mesero y acompañarlos con una orden de frijoles con veneno, que son frijoles refritos con manteca, chile y asado de puerco. ¡Espectaculares! Son de esos tacos que no quieres que se acaben nunca y que quisieras almorzar en domingo después de una noche de fiesta.

Después de esa fenomenal introducción, nos aventuramos por otra de las sugerencias: la torta ahogada de atún, que constituye un twist atinado del chef David Hernández. Aunque de primera instancia uno podría pensar que las carnitas de cerdo se extrañan cuando todos los demás elementos del plato tapatío están ahí, la realidad es que las carnitas de atún otorgan un toque afortunado y lleno de sabor, que por cierto, marida a la perfección con un coctel de mezcal y pepino. Además de su amplia oferta culinaria, La Única posee una carta de vinos que ofrece etiquetas de diversas regiones del mundo con énfasis en los caldos mexicanos y una gran selección de mezcales y tequilas.

A continuación nos inclinamos por probar las creaciones del chef Fernando Covarrubias —¿cómo no hacerlo si al entrar nos recibe una barra que, presumiendo los productos de mar de excelente calidad, hace salivar a cualquiera? Elegimos el aguachile verde mixto, con callo de hacha y camarón; un plato con el nivel justo de acidez y picante. Si además agregamos a la ecuación un Clamato estilo Ensenada, tenemos la solución perfecta para combatir al verano y dejarse consentir.

La cosa no termina ahí, pues uno de sus fuertes es la parrilla de carbón, en la que se prepararan cortes

Angus y pescados del norte del país. Además hay una extensa variedad de salsas de la casa, como la salsa borracha, la asada de morita o el pico de pájaro, que en conjunto con su oferta de guarniciones como el elote con huitlacoche o los frijoles caldosos con veneno y chistorra, completan la oferta gastronómica del lugar.

En La Única todo se comparte, hasta el postre. Guarden un espacio para pedir el Cordelión, la especialidad del lugar, que es basto en porción e ideal para satisfacer el antojo más dulce. Buena opción para matar una tarde de viernes en compañía de los amigos y disfrutar de unas horas de buena cocina.