Loma Linda Lomas. El restaurante de La Ciudad que no sabe fallar.

Este restaurante construido  en 1924 se ha convertido hoy en día en toda una institución de la gastronomía y el servicio. La Tablita, su apodo debido a que la carne te la comes en una tabla de madera, ha sido uno de los pocos restaurantes consolidados en La Ciudad de México que ha visto pasar generaciones enteras. Loma Linda en sus inicios se alza en una construcción inspirada en una típica hacienda poblana y en un principio fue una cafetería llamada El Té Danzante a donde chavos de la época iban a bailar y a tomar té. Después el lugar fue vendido ya que la dueña, americana, vuelve a Estados Unidos así que en 1956 toma las riendas del local el señor José del Moral Gadsen quién en uno de sus viajes a Argentina se enamora de la gastronomía gaucha y decide traerla a México. Lo demás es historia. Hoy en día es tan buena la marca que que decidieron abrir Loma Linda Plaza Carso, respaldado por la misma excelente calidad y una cava embildiable.

Atmosfera

El ambiente del Loma Linda es súper familiar, de hecho yo me acuerdo que de niño a veces mi papá llegaba de chambear en la noche y nos decía: -Órale, péinense que vamos a ir a cenar a La Tablita-  sin embargo su terraza es  ideal para la comida de viernes o sábado con los amigos y la sobremesa. Su decoración es muy clásica tipo "casa de los abuelos", las paredes de mosaicos de talavera, las sillas cubiertas en piel muy cómodas, las mesas de mármol y hasta el teléfono negro que siempre ha estado fuera de los baños hacen que te remontes a recuerdos muy padres. El servicio es muy profesional, elegante y personalizado ya que tienen meseros de muchos años.

Comida y bebida.
La Carta del Loma Linda lleva tanto tiempo que es de esos lugares que sabes que no va a fallar, su calidad en cuanto a materia prima y técnicas está muy bien estandarizada. Su cava está muy bien seleccionada con etiquetas de países como España, Chile, México, Argentina y Australia.

Primero lo primero.
Si llegas con mucha hambre al Loma Linda, lo primero que hay que hacer es pedir una orden de empanadas surtidas, las favoritas son: la "Humita" de queso con elote, de espinaca con queso y la de carne molida, un poco de salsa roja y chimichurri "Y vas que chutas" También lo que no falla es el queso fundido que puede ser Oaxaca o gouda con un poco de chistorra o chorizo bien doradito. Lo mejor es hacerte un taquito con tortilla de harina, salsita y ¡Ho Dios que felicidad!

Lo que sigue por favor.
Para que no todo sea proteína, pide la ensalada de espinaca. Esta ensalada llena de contrastes en cuanto a sabores y texturas  trae palmito, jitomate, champiñón, tocino, nuez garapiñada y aderezo de blue cheese ó también te puedes pedir el legendario jugo de carne y prepararlo con limón, salsa maggi, inglesa, "jardincito" y un chorrito de aceite de oliva.

El Fuerte.
En Loma Lindatienen varios cortes certificados Angus e importados de altísima calidad, si no eres tan fan de las carnes con grasita como el Rib Eye, pide la picaña que es bastante magra. Si la pides término medio se acaba de asar en la parrilla que te ponen en la mesa, la cual es otra característica muy típica del Loma Linda. Lo que tienes que hacer es acompañarla con cebollitas, chilitos, una orden de tocino de corte grueso bien dorado y espinaca a la crema. Para maridar te recomiendo un buen Rioja como Viña Ardanza o Ribera del Duero como el Matarromera. También su jarra de clericot con fruta fresca.

Para Rematar.
Después de tal manjar lo mejor es pedir unas tradicionales crepas con cajeta espolvoreadas con nuez y un pacharan a un lado, también te puedes pedir un carajillo que es Licor del 43 con expreso en las rocas Paseo de la Reforma 1105, Col. Lomas de Chapultepec.

No cabe duda que es un lugar de gran tradición. ¡Hasta la señora que vende dulces gringos afuera ahí sigue!