Por Juan Carlos Mangino Pariente.
editorial@queremoscomer.com
¿Cómo nace uno de los restaurantes con más tradición en La Ciudad de México? Pues les cuento que en 1944 su fundador Don Enrique Talavera Becerril con un terreno prestado en Tlalpan –que por cierto en esa época para los capitalinos era como echarse una excursión el ir hasta allá- decide levantar una construcción con techos de tejamanil y tablones de madera. De esa manera es como crea el restaurante de cocina mexicana ENRIQUE. Esta institución de la barbacoa, ha pasado de generación en generación perfeccionando técnicas y recetas de la cocina mexicana, lo padre del asunto es que esta empresa sigue siendo de la misma familia. Pues en mi opinión de eso se trata México: amor a la familia, pasión por lo que uno hace y trabajo duro, así el éxito será una simple consecuencia.
Atmosfera.
Para empezar al entrar a ENRIQUE parece que te subiste al DeLorean y te llevó a 1944. Su decoración mexicana con influencia francesa –muy del Porfiriato- es típica de principios del siglo XX, tiene como protagonista arcos de ladrillo y cuadros que pintan un Castillo de Chapultepec rodeado de arboles. En cuanto ambiente, ENRIQUE tiene desde comidas ejecutivas entre semana, pasando por un cumpleaños con todos los cuates acompañado del mariachi cualquier viernes hasta comidas familiares los sábados y domingos
Comida y bebida.
Primero lo primero.
Como uno llega con mucha hambreaENRIQUE hay que pedir Los Taquitos (dorados) Borrachos rellenos de su famosa barbacoa. La carne está guisada con salsa borracha, solo hay que ponerle un poquito de crema, queso fresco, mas salsita y listo. Cabe mencionar que su salsa borracha está hecha con autentico pulque.
Lo que sigue por favor.
Haciéndole honor la ubicación de ENRIQUE tienes que pedir después de los taquitos un Caldo Tlalpeño – obviamente la receta fue inventada en el pueblo de Tlalpan por ahí de 1920- Esta delicia trae carne de cerdo, una pieza de pollo bien doradita, un toque de chipotle seco, verduritas como ejote, zanahoria y cebollita cambray etc. Existe una variación que es El Caldo Enrique y tiene un poquito de medula. ¡Devastador!
El Fuerte.
Claro que te recomendamos La Barbacoa de ENRIQUE hecha en hoyo muy lentamente y que se deshace con el tenedor. Solo necesitas ponerla en una tortilla recién hecha, un poco de limón, salsita de tu preferencia ¡y qué felicidad! Pero sin duda uno de sus mejores platillos es El Manjar Azteca que es una jugosa pechuga de pollo rellena de flor de calabaza y elote, bañada en una cremosita salsa de huitlacoche, gratinada con queso. A un lado trae arroz rojo y flores de calabaza rellenas de queso. La palabra manjar del Diccionario de la Real Academia Española debería tener una foto de este platillo a un lado.
Para rematar.
Para reatar tienes que pedir La Natilla que tiene un sabor a vainilla autentica o si te queda todavía espacio pide el dulce Pan de Elote. Te van a dar ganas de pedir también un vaso de leche para sopearlo.
Para cerrar esta reseña me gustaría compartir un pensamiento que le dedican sus hijos y nietos a Don Enriquey a su esposa Ma. Del Carmen Ugalde de Talavera en 1994 cuando el restaurante cumplió 50 años y que aplica a la vida misma. –De la Mano del tiempo, nos acompaña la vida y los recuerdos, un camino que no ha sido fácil, pero muy hermoso y sobre todo lleno de anhelos por recorrer
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