Issa Plancarte (@issaplancarte)
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Hace unos meses, el chef Jamie Oliver destinó un día para promover una campaña mundial con un solo propósito: hacer que en las escuelas se comenzara a dar educación alimentaria obligatoria a niños en todas las escuelas del mundo. Oliver siempre se ha preocupado por temas de buena alimentación infantil, pero en los últimos años el tema ha escalado a proporciones de identificarse una epidemia de obesidad infantil de 42 millones de niñosmenores de cinco años en el mundo. Estos números arrojan una verdad espeluznante: esta generación es la primera que tendrá una expectativa de vida menor a la de sus padres.
Según la FAO, la educación alimentaria y nutricional es un elemento esencial en la prevención y control de problemas de salud relacionados con la dieta. Podría parecer sencillo asegurar la buena alimentación de un niño desde la temprana edad, ¿no? El problema es que el 61.2% de niños menores de cinco años se encuentran en condiciones de pobreza patrimonial y el 27.4% en condiciones de pobreza alimentaria. Por un lado, hay niños malnutridos y por el otro, hay niños obesos, todo en un mismo país.
La obesidad infantil en México lo posiciona en el primer lugar mundial en obesidad infantil a nivel mundial desde nivel preescolar. Según la ENSANUT (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición) uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 19 años presenta sobrepeso u obesidad.
¿Qué lo ha provocado? La principal causa son los malos hábitos alimentacios. Un niño obeso tendrá un 70% de probabilidades de convertirse en un adulto obeso. A largo plazo esto provocará la aparición de enfermedades como diabetes, infartos, altos niveles de colesterol o insuficiencia renal, entre otros.
Actualmente, la diabetes es el mayor problema al que se enfrenta el sistema nacional de salud: es la principal causa de muerte en adultos, la primera causa de demanda de atención médica y la enfermedad que consume el mayor porcentaje de gastos en las instituciones públicas. Por eso es tan importante una política nacional de educación alimentaria en escuelas desde preescolar hasta preparatoria.
Ha habido algunos esfuerzos por parte de las autoridades para promover buenas hábitos alimenticios y asegurar la calidad de los alimentos que los niños reciben en escuelas. Sin ir más lejos, el DF por ejemplo tiene el programa piloto Saludarte, el cual se desarrolló en conjunto de un equipo de nutriólogos y el Colectivo Mexicano de Cocina. Éste busca que los niños tomen conciencia de la importancia de comer sanamente a través de un Taller de Nutrición, el cual incluye a los padres de familia. Además se otorga asistencia alimentaria gratuita a los niños en las escuelas que forman parte del programa piloto. Es un pequeño e importante paso en búsqueda de reducer los números que colocan a la infancia de este país es una posición de peligro provocada por lo que comen.
Lo que está claro es que no podemos esperar que el gobierno llegue y nos enseñe cómo comer bien,la educación alimentaria inicia en casa. Según el Instituto Nacional de Salúd Pública, dos de cada 10 niños se va a la escuela sin desayunar. El problema está pues, en casa.
Hay formas de solucionarlo, desde preparar jugos y smoothies para niños, seguir fáciles reglas para hacer que los niños se entusiasmen con la comida, hasta pedir a los colegios que comiencen a adopter programas de huertos escolarespara que el contacto con la comida y la forma como se produce sea desde que son pequeños. Aun estamos a tiempo de revertir el daño.
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