Los 5 momentos de comida más inolvidables del cine

El amor entra por los ojos: y sin duda las siguientes escenas han hecho que nuestro estómago gruña de apetito (o de sorpresa). Te presentamos los momentos de comida más inolvidables del cine:

El Padrino: receta de salsa de tomate

El capo Peter Clemenza (sí, el mismo de la famosa frase "leave the gun, take the cannoli") nos da una receta para la salsa de tomate, con un secreto extra: "Empiezas con un poco de aceite. Luego fríes un poco de ajo. Luego arrojas algunos tomates, pasta de tomate, los fríes, asegúrate de que no se peguen, hiérvelos, pon todas tus salchichas y albóndigas, agregas un poco de vino y un poco de un poco de azúcar, ese es mi truco ".

Rocky: desayuno de huevos crudos

Es imposible dejar de mirar la pantalla mientras Rocky Balboa no rompe uno, ni dos, sino cinco huevos crudos en un vaso y se los bebe a las 4 de la madrugada antes de una de sus épicas carreras de entrenamiento en Filadelfia.

Ratatouille: la comida que te lleva a la infancia

La escena culminante, en la que el crítico de comida Anton Ego finalmente prueba el ratatouille de Remy, es un bello himno que transmite el poder de la comida: comemos en busca de estos bocados reveladores, capaces de provocar respuestas emocionales que tienen tanto que ver con cómo un plato te hace sentir como con su sabor.

Indiana Jones y el Templo de la Muerte: la cena más exótica

Escarabajos, serpientes, cerebros de monos y sopa de globos oculares… La verdad es que nos identificamos con el joven Short Round, que contempla con asombro y miedo las brillantes serpientes negras que se deslizan desde el vientre cortado de una pitón hasta la mesa del banquete.

Pulp Fiction: la malteada de $5 dólares

¿Realmente Mia Wallace habría elegido un restaurante como Jack Rabbit Slim's para su falsa cita con Vincent Vega? No estamos tan seguros, pero la opinión de John Travolta sobre si la extravagante malteada “Martin y Lewis” vale los excesivos 5 dólares que cuesta es contundente: “¡Maldita sea, esta es una muy pinche buena malteada!”.

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