Es una hazaña conseguir entrar a Barezzito sin Reservación y la obligación de comprar botella para permencer en ella. Los Gorilas de la entrada deberían ser mas amables.
Buena música, los covers están bien ejecutados por la banda. Lo triste del lugar es que para que te traten bien y te asignen mesa te condicionan a consumir "una botella"; tengan cuidado y no permitan este tipo de abusos.