El agua potable y sus historias.

¿Sabían que antes en la Ciudad de México el agua de la llave era potable? Si le preguntas a tus abuelos es probable que recuerden que –al igual que vemos en series estadounidenses– antes si les daba sed en la noche, podían pararse a beber directamente del grifo del baño sin tener problema alguno. Es a partir del sismo de 1985 que esto se acaba, ya que el agua negra se mezcló con el agua potable, lo que provocó que se tuviera que educar a la gente para que dejara esa práctica. Eso provocó otro gran problema: el consumo a la alza de agua embotellada. Según un informe de la Beverage Marketing Corporation, México es el país con mayor consumo per cápita de agua embotellada,  se calcula que cada mexicano toma alrededor de 234 litros de agua envasada al año.

Parece que siempre ha estado ahí, al alcance, para saciar la sed a voluntad como si fuera un acto divino. Nada más alejado de la realidad, sólo en México se calcula que 9 millones de personas no tienen acceso a agua potable y 13 millones la reciben contaminada. La falta de agua potable es también un problema de salud pública, según la OMS, un 88 % de las enfermedades diarreicas son producto de un abastecimiento de agua insalubre.

Tener acceso a agua potable no es cosa fácil, necesita pasar por procesos de potabilización que puede ir desde una simple desinfección con la adición de cloro, la irradiación de rayos ultravioletas, la aplicación de ozono, etcétera. En caso extremo de que el tenga presencia de sales, se puede producir agua potable por desalinización.

Parte del agua que consumimos en la Ciudad de México es traída de cuencas vecinas localizadas en los estados de México y Michoacán, mientras que nuestro manto acuífero se encuentra sobreexplotado. Del Valle de Lerma y del Sistema Cutzamala se bombea el agua a más de 1,600 metros de altura y recorre más de 127 km en tuberías de 6 metros de diámetro de distancia. Todo para que parte del agua que llega, se desperdicia en fugas y en uso inadecuado.

Por si fuera poco, además se considera que diariamente se desperdician 2 millones de litros al mes.  Hay tres causas por las cuales se desperdicia: 1) deficiencias en la operación e infraestructura para la captación y distribución del agua, 2) malos hábitos de consumo en los usuarios, y 3) falta de la cultura de re-uso, separación y aprovechamiento de agua de lluvia.

¿Qué puedes hacer para no seguir siendo parte del problema? Según la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA),estos son puntos fáciles que puedes hacer:

1.    Revisa periódicamente las llaves del agua y las tuberías, para evitar fugas.
2.    Si ves manchas de humedad en paredes y techos, son señales de fugas, repáralas e identifica la causa.
3.    Limpia pisos, paredes y vidrios con dos cubetas de agua, una para limpiar y otra para enjuagar. No abuses de los productos de limpieza.
4.    Mantén limpios patios, azotea y registros de drenaje, para que el agua de lluvia corra libremente, así evitarás filtraciones a las estructuras de tu casa.
5.    Instala dispositivos ahorradores: economizadores de regaderas, llaves de bajo consumo, mezcladoras, herrajes de escusados, aereadores, adimentos para tuberí­a, etc.
6.    Cuando barras la calle, hazlo en seco, no utilices una manguera.
7.    Coloca una cubeta debajo de la regadera mientras te bañas y reutiliza el agua que colectes. Toma baños cortos.
8.    Cambia el tanque del escusado de 16 litros por el de 6 litros de agua.
9.    Al lavar los trastes, evita que los residuos de comida se vayan por el drenaje. No vacíes el aceite sobrante de tus guisos por la coladera del fregadero.
10.    Utiliza jabón de pasta o detergente biodegradable (sin fosfatos) para lavar la ropa, con esto disminuye la contaminación del agua. Usa la lavadora de ropa sólo con cargas completas.
11.    Reduce tu consumo de carne. Producir vegetales y semillas requiere una cantidad menor de agua.
12.    Prefiere los alimentos locales y de temporada.
13.    Produce menos residuos, lleva tus bolsas y rechaza todo tipo de empaques y embalajes. ¡Piensa en la cantidad de agua empleada en elaborar envoltorios que van directo a la basura!
14.    Rellena tus propios recipientes de agua. El agua embotellada incrementa la generación de residuos.
15.    Reutiliza el agua de la regadera y del lavado de verdura para regar las plantas del jardín. Riega jardines y macetas por la noche o muy temprano para evitar la evaporación.