Fui con una amiga a comer y se tardaron como media hora en darnos la carta. Pedimos pizza y ensalada que estaban bien. La música súper fuerte si te sientas adentro. El mesero era un cavernícola, te arrojaba las cosas y en la sobremesa fácilmente nos ofreció café como 6 veces cuando le habíamos dicho que no queríamos.
El baño!!! Sólo hay uno para mujeres y uno para hombres y era un verdadero asco. No sé cómo se atreven a tener un lugar así. No lo recomiendo para nada.
Esperaba que fuera una mejor experiencia, el lugar invitaba a probarlo, especialmente la terraza, porque el "salón" como lo llaman es muy pequeño. El servicio lejos de ser excelente pero tampoco fueron groseros. Pedimos pizzas y el sabor era bueno pero la masa muy aguada y chiclosa, nada agradable la consistencia y después de unos minutos ni se antojaba.
El servicio no solo es terriblemente lento, sino poco amable y nula atención. Además es una grosería que cobren el cubierto. Sin embargo pedí una pasta que estaba deliciosa. Las porciones son bastante generosas.
Servicio pesimo los meseros prepotente y groseros
no hay nadie a cargo el gerente no se donde se
mete. La comida en un principio era buena a secas
pero ultimamente deja mucho que desear.
La comida es medianamente buena, los precios caros, el trato del personal deja mucho que desear y prefieren reservar el lugar del dueño para cuando llegué, nunca lo vimos llegar a ofrecerlo a los clientes. La ventaja es que esta bien ubicado y si los otros dos restaurantes vecinos estan llenos tomas la opción de este lugar, honestamente he conocido mejores.