El mesero me pregnta si quiero mi Bloody Mary frappé o en las rocas (???) Luego se disculpa porque estaba equivocado. No sabe qué vodkas tienen, no sabe qué tequilas tienen. Le pido el menú de vinos y sólo entonces lo trae. La comida buena pero no deberían cobrar el pan y salsas porque los sirven como si fuera cortesía de la casa. Esos platillos que comí están mejor en El Bajío.
Sinceramente me mucho gustó lo que pedí y no me hizo daño, la comida estuvo muy bien preparada (pedí platillos típicos de Yucatán y en serio que en ningún restaurante fuera del mismo Yucatán me habían gustado hasta que probé en este). A pesar de ello los precios me parecen muy elevados, además de que no preguntan si uno quiere cambio de cubiertos y encima de eso los cobran. El humor de los meseros depende del clima, porq con algunos clientes son atentos y con otros no. Comida completa mín $300