Es de los mejores lugares de carne de la ciudad, con ese sabor del Norte que encuentras en pocos lugares del D.F. El pequeño gran problema es que el servicio es muy inconsistente, al principio muy atentos pero entre las entradas y el plato fuerte les dio por olvidarnos. Y no fue que estuviera a reventar el lugar, veías a los meseros platicando y nadie viendo si necesitabas algo u ofreciéndote algo mas. Una lastima, tienen todo para ser un gran lugar.
La comida muy buena, los cortes son muy ricos. La atencion un 10 definitivamente. Me parecio un poco caro las bebidas y los postres. Aunado a que los baños son muy pequeños, pero lo recomiendo ampliamente.