El personal demasiado más protocolario que eficiente y, por momentos, ausente, no obstante su abundancia.
El servicio de vino no lo conocen: desde abstenerse a ofrecer la carta y explicar su abigarrado y confuso contenido hasta una total ignorancia al servirlo. Sin embargo, excelente Merlot que combinó con la comida.
Los platillos bien preparados aunque mal presentados o en porciones mínimas, como sucede con el pez espada.
Mediocre oferta de postres que no corresponde a su categoría
Qué lástima!!
yo era un cliente frecuente del puntarena; su comida y servicio siempre ha sido muy bueno. Sinembargo, la última vez que asistí me cargaron varias veces mi tarjeta y olvidé mi cartera por un descuido y jamás apareció. No sólo eso, los lamé y llamé y nunca se reortaron.
Qué pena.