Tengan mucho cuidado al pedir camarones en este establecimiento, ya que puede ser la última vez que lo hagan. Es increíble que en un restaurante donde su cocinero presume “prestigio” y “calidad”, te den camarones echados a perder. Si tienen la más mínima curiosidad de conocer este restaurantucho de quinta, espero mi mala experiencia los prevenga.
Fuimos a cenar y comimos exquisito! Nos comentaron otros comenzales que para desayunar el omelette de chilaquiles es delicioso! Lo recomiendo amoliamente!