Pocos son los que trasmiten ese cariño a la cocina en sus palabras y que en la práctica se traduce en un delicado esmero por la elección de los sabores. El chef ejecutivo Pedro Ortega, da muestra de ello con los exquisitos platillos que prepara en
ESTORIL .
A los 17 años tuvo su fortuito encuentro con la cocina y ramo hotelero, cuando decidió viajar a la Ciudad de México en busca de mejor suerte. Así inicio su recorrido por los hoteles y restaurantes más emblemáticos en la capital de país a principios de los años setenta, siempre ávido de aprender y aprender.
El afecto con el que el Chef Pedro Ortega se expresa de su profesión y de la gran experiencia que ha significado para él aprender a base de práctica y esfuerzo, deja claro lo que el mismo confiesa “Si volviera a nacer, elegiría este oficio nuevamente”. Le veo contento, entre ollas con consomés y sopas de diversos colores que contrastan entre sí, mientras me cuenta su historia.
Oriundo de una de las ciudades con mayor abolengo gastronómico, Oaxaca. El gusto por la cocina lo trae en la sangre, le encanta comer. Es un goloso de la comida en todas sus variedades. Considera que al ser chef, tiene una gran responsabilidad, pues esta obligado a probar y conocer de todos los ingredientes para no limitar las propuestas para sus comensales.
Manifiesta que le gusta respetar la cocina clásica. En su opinión no hay que confundir con fusiones que no respetan la naturaleza de las cocinas, que en su esencia son exquisitas. Al fin oaxaqueño, es muy arraigado sus guisos, y en el menú esto se percibe con platillos como El Mole Negro de Oaxaca, acompañado de camarones o pollo, claro la especialidad del chef; el Corazón de Alcachofa Relleno de Flor de Calabaza y el filete de Róbalo Relleno de Huauzontle.
En el restaurante
ESTORIL ha tenido la oportunidad durante los más de 20 años que lleva al frente, de presentar lo mejor de la cocina clásica francesa y mexicana; conservando las distancias entre cada una. Aquí ha preparado platillos que se han vuelto clásicos y que representan muy bien el sabor de este establecimiento, entre los más sencillos destacan: el original Perejil Estoril y los Escargots –caracoles- de la casa, con una sazón de primera.
Al igual que el Filete de Atún con Salsa de Queso Camembert y Frutos Rojos; y el Chateaubriand* al Whisky, salsa de la predilección de Pedro, que combina muy bien con el corte de carne. Adicional al menú tradicional, cada semana Pedro estudia cuidadosamente y propone platillos para dar variedad a los clientes, en ambos restauranteS -
BISTRO ESTORIL y
ESTORIL -.
Soy feliz, me dice sonriente, al tiempo que orquesta todo lo necesario ante la inminente apertura del restaurante para recibir a los primeros comensales del día. ¡Buen provecho!
*Chateaubriaand: Enorme bistec de solomillo