Mecenas Colectivo (mecenasc@gmail.com)
editorial@queremoscomer.com
Sí, todos la hemos visto y pedido en restaurantes o la hemos disfrutado en casa, pero poco sabemos de esta bebida. O quizás la pides sólo cuando te has ensuciado la ropa al comer y buscas que las bondades de sus burbujas le quiten la grasa a tu prenda.
Quizás no te imaginabas que el agua mineral es llamada así porque contiene minerales que le dan un valor terapéutico. Seguramente tampoco sabías que la mejor es la que proviene de manantiales naturales y que cada una es distinta al resto.
Antiguamente se consumían in situ, para aprovechar al máximo los beneficios a la salud derivados de beberla —o incluso bañarse en ella. Fue por eso que surgieron spas alrededor de estos manantiales, bautizados así al brindar “salud por agua”. Ejemplos abundan en todo el mundo, desde Bath en Inglaterra, Apollinaris en Alemania, Vichy en Francia o San Pellegrino Terme en Italia.
Este último es conocido desde el siglo XIII, cuando personas del norte de Italia iban de peregrinaje a la zona para restablecer su sentido de bienestar. Es así como el manantial adquirió su máximo esplendor a finales del siglo XIX, convirtiéndose en punto de reunión de aristócratas europeos que visitaban las “aguas milagrosas”. Desafortunadamente hoy es más difícil hacer peregrinajes hasta lugares lejanos con tal de beber este tipo de líquidos milagrosos.
En México, hay también famosos manantiales de dónde se extrae los más puros líquidos, los cuales son disfrutados por sus propiedades curativas desde tiempos prehispánicos. Topo Chico, en Monterrey, fue popularizado durante la época de la colonia cuando numerosas familias acudían a bañarse en las piscinas naturales para curar diversos males en las aguas termales. Posteriormente, se tomó la decisión de embotellar y comercializar el agua ya que mucha gente acudía al lugar para llevarse el agua en vasijas para consumirla y disfrutar en casa de sus beneficios. Otro ejemplo es Tehuacán, en Puebla, que era conocida como Ciudad Salud, por el poder curativo que se le daba al líquido que brotaba de sus manantiales, productos del deshielo del Pico de Orizaba, que al ser filtrada por su subsuelo calizo, produce agua mineral de calidad suprema.
Es importante conocer que sólo puede llamarse agua mineral natural a aquella que se extrae del subsuelo y ya está mineralizada naturalmente. Así, mientras más profundo sea su origen, más alejado estará de contaminantes, químicos y bacterias que se encuentran en el suelo. Es por ello que se muestra gran diferencia entre un vaso de agua natural a uno mineral, ya que éste contiene minerales que modifican su sabor y olor. Además de que el agua mineral se embotella directamente en el lugar y es pura de origen, no necesita que se le agregue ningún químico para purificarla. Es decir, es mineral de origen y la mano del hombre no interviene de modo alguno para otorgarle propiedades.
Seguro te preguntarás por qué el sabor del agua mineral varía tanto de una marca a otra; esto es porque depende de su lugar de origen y por lo tanto, de los minerales y otros componentes a los que está expuesta. Dependiendo del lugar dónde sea originaria el agua, puede variar el contenido de minerales, como el sodio, magnesio, potasio y calcio. Se han encontrado diversos beneficios para la salud en el consumo regular de agua mineral como la reducción de piedras en el hígado o que ayuda a fortalecer los dientes debido a elementos en su composición como el calcio, entre otros. No debe olvidarse que es un amable transición entre el comensal que gusta de acompañar su comida con refresco y que le cuesta hacer el cambio hacia el agua purificada por la necesidad de disfrutar una bebida con burbujas.
El impacto de este líquido en el terreno gastronómico es importante y no debe tomarse a la ligera. El agua es cosa seria, tanto que existen sommeliers de agua que dedican su vida a catar distintas variedades de agua para encontrar las características que las hacen las mejores en el mundo e ideales para acompañar distintas variedades de platillos. Ellos se encargan también de organizar cartas de agua para distintos restaurantes; así como existen cartas de vino o de cerveza artesanal, existen de agua y algunas llegan a tener hasta 40 variedades. Esto es porque, al igual que el vino, el sabor del agua depende mucho del lugar donde nace, es por ello natural que un restaurante pueda albergar tanta diversidad.
Además de los beneficios que tiene para la salud el consumo de agua mineral, en terrenos gastronómicos es elacompañamiento ideal para cualquier comida, ya que la mineralización del agua enaltece el sabor de diferentes platillos y vinos. Haz la prueba un día, realiza un pequeño maridaje con un plato y acompáñalo con agua natural y agua mineral, seguro te ayudará a encontrar sabores sorprendentes que no esperabas.
LLEGA A CELEBRAR LA 9a. EDICIÓN DE SABOR ES POLANCO
Prueba a engalanar el festejo con estos drinks hechos a base de mezcal.
Gourmet, hipster o artesanal: ¡tú eliges!
Necesitas estar registrado para utilizar este servicio.