El durazno en la gastronomía mexicana

Originario de China, el durazno es una fruta de carne dulce, piel algodonosa y amarilla. Fue introducido por las tropas españolas al llegar a México. Sin embargo, a pesar de que está presente en nuestro país desde hace varios siglos, su desarrollo comercial es muy reciente. El durazno típico,  el más importante, es el amarillo o el criollo, y aunque su temporada va de enero a mayo, ya sea fresco en almíbar o cristalizado es una fruta para comerse cualquier día del año.

Pequeños confites
Por su pulpa jugosa resulta ideal para preparase en compotas, mermeladas y almíbares. Y es que nadie puede negarse a un plato de duraznos con crema, azúcar y canela en polvo; el original postre de la casa de la abuela en un domingo familiar.

En las nieves— de esas que se hacen girando el bote de hierro dentro de un barril de madera—aporta su peculiar sabor a las hojuelas de hielo: frescura para llevar color naranja.

En la dulcería mexicana, los artesanos del dulce cristalizan su tiempo de vida: lo pelan, a veces lo rebanan, y le hacen un pequeño orificio para sumergirlo en agua con cal; de tal forma se endurece. Después, en agua con azúcar lo hierven y lo retiran cuando su textura es suave. Al final, lo bañan y emborrachan con el almíbar en el que se hirvió. Por último, lo dejan secar hasta que en su piel se observa una capa de cristales de azúcar.

Las juguerías de los mercados locales lo sirven en el llamativo cóctel de frutas para desayunar: "montaña" de plátano, papaya, sandía, melón y durazno con granola, miel y chantilly. Tampoco dudan en utilizarlo en aguas, jugos, licuados y esquimos.

Si se corta en gajos, complementa y da un toque frutal en las ensaladas de lechuga romana y aguacate. Pero no sólo sirve para la cocina dulce, en la cocina salada, por ejemplo, se mezcla con carne molida, pasas, pera, cebolla, piña y canela, dando como resultado el relleno de los chiles en nogada.

Sus atributos, también se destilan. En Chihuahua existe una gran producción de este fruto al igual que en Durango, donde se elabora un licor con duraznos macerados en alcohol jarabe de azúcar y vainilla.

¿Necesitas más referencias? Ve al mercado, cómpralo y prepáralo a tu antojo. Si lo buscas en un restaurante mexicano seguro lo encuentras en La Polar, aunque en los restaurantes uruguayos como Don Asadotambién lo podrás encontrar.