Mecenas Colectivo (mecenasc@gmail.com)
editorial@queremoscomer.com
Existe un arraigado estigma en el mundo del turismo y la gastronomía que asegura, sin comprobar nada, que los restaurantes de los hoteles son malos. No sabemos quiénes son los culpables de esta creencia, pero conocemos las consecuencias, porque como viajeros, lo primero que hacemos es salir huyendo del hotel en busca de dónde comer bien.
Es momento de erradicar esta presunción, por nuestro propio bienestar, ya que es muy probable que en la cocina de un hotel se cocine con mucho más dedicación, cariño y sazón de lo que uno podría esperar. Sería una pena que, creyendo un viejo cuento, nos perdiéramos de una comida casera, cómoda y equilibrada como la que nos encontramos en C´est la Vie, el restaurante del hotel Le Méridien, en Reforma.
Platos clásicos con un discreto toque auténtico predominan en el menú, que es breve, conciso y armonioso. Un poco de Francia, otro tanto de Italia, de Argentina y de México pueden estar en tu mesa. Sin miedo puedes probar un poco de todo, recuerda que estás en un espacio por excelencia hospitalario, donde siempre tratarán de hacerte sentir como en casa.
Comienza con los espárragos al grill con hongos silvestres —si vas en verano te tocará buena variedad—; la terrina de foie gras con reducción de balsámico que crea un perfecto contraste, y la ensalada Niçoise que no te fallará, como no fallan las recetas clásicas bien interpretadas. Continúa con las sopas, no trates de elegir entre la tradicional sopa de cebolla o la bouillabaise (aromático caldo provenzal de pescado y mariscos),porque en ambas se denota el concentrado sabor de la cocción larga, y serán una elección acertada.
La ventaja de escoger entre opciones mediterráneas es que puedes armar un menú completo y variado en sabor, textura y tipo de alimentos. Sin dudarlo pide el pappardelle con portobello y aceite de trufa blanca, la pasta llegará fresca y el sutil aroma de la trufa será el mejor matiz. Puedes escoger el short rib braseado con risotto parmesano y vegetales, te sorprenderá encontrar un risotto al dente, cremoso en punto y de sazón correcta. Incluso, su interpretación de un clásico como su Le Méridien Club Sándwich, que te va a caer bien a cualquier hora del día.
Entre sabores típicos de un bistrot mediterráneo, el antojo del vino será inevitable. Escoge uno francés o mexicano o pide una recomendación al mesero. Aunque, si te sientes con ánimo más aventurero, échate un mezcalito, un coctel o cualquier otro licor. Para el postre deja un espacio pequeño y alégrate porque te ofrecen la posibilidad de darle un mordisco a cada opción que tienen con su sinfonía de postres, si te gustó más la tableta de chocolate con mousse de pistache, la tarta de mango o el helado artesanal de vainilla, siempre puedes comer una porción extra.
El final está asegurado con un buen café, el trato consentidor del servicio y la calidez de Amanda Selitzer, la gerente de Alimentos y Bebidas. Es el lugar perfecto para disfrutar el rato en una de las zonas más urbanas de la ciudad de México, mientras evitas el nada poco común tráfico de Reforma, aunque también puedes pasar el fin de semana a deleitarte con el brunch mexicano en un ambiente más familiar.
Los planes de movimiento, renovación y propuestas frescas en C´est la Vieestán a la orden del día, por lo que tendremos que seguirle la pista para no perdernos de su buen sazón y calidez.
SSAM: Epicentro de Innovación Gastronómica en Guadalajara. De la Mesa Coreana a Vía Santa Fe
El arte de comer hamburguesas
Festival de asados y parrillas por primera vez en CDMX.
Necesitas estar registrado para utilizar este servicio.