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Ambiente entusiasmado e incluyente es garantía en Chuchito Pérez, un restaurante que quizás también pertenezca a la categoría de bar por su amplia propuesta de bebidas. Su música —playlists de pop, electrónico y alternativo— y la relajada ambientación, lo convierten en ese lugar al que vas para precopear después del trabajo y donde te puedes quedar muchas horas entre tragos y amigos.
La cocina no busca encasillarse en algún concepto específico, solo quiere ofrecer sabores cómodos que acompañan atinadamente a las bebidas —que resultan su especialidad—. Los platillos oscilan entre lo mexicano y lo oriental, con una marcada inclinación hacia los productos del mar. Todos los paltillos del menú pueden ser destinados a compartir entre varios, pero para botanear la recomendación es el tártar de atúncon aguacate, que es perfecto para los adeptos al sabor oriental, mientras que los panuchitos de cochinita pibil, con su infaltable cebollita encurtida con habanero, saciará los antojos de muchos garnacheros.
Para el calor citadino, están los cocteles, los ceviches y los aguachiles, que ofrecen la frescura que marida a la perfección con una buena cerveza fría o un clamato. Para el frío de la lluvia, la sopa wonton, con dumplings de camarón y cerdo, pescado blanco y té de limón con curry, hará bien su función de animar hasta a la más triste alma que quiera un poco de confort.
Lo interesante de su carta es la inusual dualidad entre tacos y rollos. Si tienes ánimo de pescados crudos y ajinomoto, escoge un rollo de sushi como el "Pérezroll", con camarón tempura, kanikama –surimi—, queso crema y pepino, cubierto con aguacate y hojuelas de tempura. Pero si lo que quieres es taquear mientras te tomas un tequila, sería un pecado decir que no al "choricino" (chorizo con queso),a las carnitas de pato o al marlín al pastor. También hay ensaladas para los que quieren comer más ligero o cortes de carne (Rib Eye con papas y chiles toreados) para los del apetito generoso.
Sin embargo, la fama que Chuchito Pérez se ha hecho en el poco tiempo que lleva en la ciudad de México se debe el exotismo de su carta de bebidas. Las más populares son las margaritas de sabores enriquecidas con cerveza, que además se sirven en porciones suficientemente grandes como para considerar el tomarse sólo una. También tienen combinaciones más rebuscadas como el whiskey con un shot de espresso y endulzado con miel de maguey. Las bebidas en general son para aventureros y para los expertos bebedores, ya que prácticamente todas sus bebidas tienen sabores agradables y dulces que pueden confundir con su cantidad de alcohol contenida; así que ¡cuidado!
Algo que se agradece del lugar es la comodidad de su terraza y la oportunidad que nos da de gozar el urbanismo defeño. Si visitas la sucursal de la Roma, la fuente de La Cibeles será la mejor decoración para la vista y si vas a la Condesa, te sentirás afortunado por la atmósfera fresca, pero protegido de la lluvia mientras la sobremesa se alarga. El original está en Querétaro, será bueno recordarlo por si planeas hacer un viaje de fin de semana.
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