La Bodega: lo clásico nunca pasa de moda

En 1973, Mayó Cueva abrió La Bodega con un objetivo: ofrecer comida mexicana de altísima calidad en un ambiente bohemio, relajado y con un servicio de primera. Hoy, 44 años después, su sueño se ha mantenido y ampliado su capacidad y oferta a cargo de su hija Margarita Aguirre, con quien tuvimos oportunidad de comer y platicar. Conoce más de la historia de este clásico restaurante en La Condesa.

Sea lo que sea que vayas a comer, La Bodega te recibe con un caldito de camarón delicioso para abrir apetito. Mientras comenzábamos, Margarita nos contó que lleva más de 20 años a cargo de la administración de La Bodega. Aunque el menú ha evolucionado, siempre hemos conservado la idea de que ofrecemos lo que a todos nos gusta comer de verdad: comida mexicana. En La Bodega puedes encontrar desde papadzules y sopes hasta pulpo y mole.

Sin embargo, aunque algunos platillos parezcan simples, hay un toque que los hace diferentes: los sopes, por ejemplo, llevan queso de cabra encima y son una delicia absoluta. Son el platillo que más vendemos, nos cuenta Margarita. Como siguiente tiempo comimos huauzontle, un alimento casi artesanal por el tiempo que implica su preparación, y tacos de camarón con perejil frito: nos maravilló como el sazón y la calidad de los ingredientes puede transformar una entrada en una comida memorable.

Tanta gente nos visitaba que nos expandimos al segundo piso, creando salones con música en vivo: tango, flamenco, música cubana. En 1997 abrimos El Bataclán, un foro que te permite comer y beber en forma mientras disfrutas diversos shows. La creación especial del chef de La Bodega, Jesús Villalobos, flores de calabaza en tempura rellenas de queso crema y nuez acompañó esta parte de la conversación. Decir que son un pedacito de cielo es dejarlas cortas.

En El Bataclán se han presentado reconocidos shows de cabaret como el de Astrid Hadad, los comediantes más populares de stand-up, como Sofía Niño de Rivera y Héctor Suárez, y músicos como Natalia Lafourcade, Ximena Sariñana y Juanes. La playlist que acompañaba nuestra comida tenía una clara personalidad, y mientras comíamos un pulpo a las brasas con guarnición de puré de papa, un chile con la nogada más deliciosa que hemos probado y un pollo con mole, Margarita nos contaba que ella misma cura la música. Es fundamental para el ambiente: me gusta navegar en Spotify y elegir las canciones que acompañan a nuestros comensales. Disfruto incluir covers de canciones que nos suenan mucho, pero reinterpretadas por artistas contemporáneos.

Para cuando llegaron los postres –un panqué de elote perfecto con cajeta y rompope y un pay de limón que emula la receta del que la abuela de Margarita hacía en Monterrey–, Margarita ya nos había contado un par de anécdotas que hacen a La Bodega un lugar tan especial. Aquí se escribió una novela colectiva, la primera hecha en México, llamada “El hombre equivocado”. Se reunían escritores como Vicente Leñero, Rafael Ramírez Heredia, Aline Petterson y Hernán Lara Zavala un día por semana y se dedicaban a crear.

Es fácil brillar cuando eres una novedad, como los cientos de establecimientos que abren cada mes en La Condesa. Pero un restaurante como La Bodega, que se ha mantenido vigente y vanguardista por 4 décadas, es un clásico que tienes que visitar.