La Vicenta

Hace algunos años, la esquina de Altavista y Av. Revolución alojaba un lugar que todo chilango visitó en algún momento de su vida: Carlos ‘n Charlie’s, el restaurante que sería el emblema de Grupo Anderson’s. En su lugar, hoy se levantan dos propuestas del mismo grupo, Porfirio’s y La Vicenta.

Visitamos éste último con apenas unos meses de operación para encontrar un lugar que ha tenido mucha aceptación en la zona por recuperar algo del aire desenfadado de su ocupante original, lugar al que todo mundo fue a echarse un trago –o varios– en su juventud.

Con un amplio espacio dominado por los acabados en madera, con pantallas por doquier y un sonido que ambienta el lugar que sería la envidia de cualquier adolescente. La idea es ir ahí a comer, pasar un buen rato con los amigos, ver el partido de la copa de fútbol en turno y olvidarse de los problemas de oficina.

Como en todos los lugares de Grupo Anderson’s, el servicio es una de sus prioridades y desde la llegada nos recibe un chico amabilísimo que nos conduce de inmediato a una mesa. El gerente del lugar nos cuenta que buscan que casi todo el personal no tenga experiencia previa para así poder formarlos con una base sólida. Para abrir el apetito llega un mesero para dejar unas tostaditas y preparar una salsa tatemada al gusto.

Para empezar, la recomendación son los caracoles al tequila, el pulpo crujiente o la lengua en salsa de tres chiles, elegimos esta última y no decepciona, ideal para taquear, la carne suavecita y la salsa tan cumplidora que hasta produce antojo de una cerveza para acompañar.

De segundo, la estrella del lugar: el filete ‘al trapo’, el cual nos dicen es una receta típica colombiana que aquí han adaptado para destacar las propiedades que su cocina a base de mezquite le otorga a los platillos de parrilla. Su versión se prepara formando una costra de sal en grano y especias cajún en un filete, el cual se envuelve en un trapo de manta de cielo y se amarra con un cordel de algodón, para después meterlo a las brasas por 30 minutos y lograr un término medio perfecto. Después, la pieza se lleva a la mesa en donde se abre frente al comensal, no sólo por el show sino para asegurarse de eliminar la costra y que de esta manera el cliente pruebe un corte perfecto.

Además de su completa carta de todo tipo de cortes, aves y pescados preparados en parrilla al mezquite, cuentan con tres paquetes ideales para compartir entre un grupo de amigos, ya sea uno de botanas, otro de kilo de arrachera o lomo de res y otro de costillas de res que se acompañan con distintas guarniciones y con una botella nacional, importada o 12 cervezas.

Si se va en grupo, conviene dejar un huequito para el postre, su pizzeta de manzana con helado de vainilla es un buen final, ideal para compartir.