Editorial Queremos Comer
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Durante el gobierno de Benito Juárez existió una policía montada que vigilaba los caminos en tiempos de incertidumbre política, se les conocía como Los Rurales y fueron famosos entre otras cosas porque tomaban la justicia en sus propias manos. Lo tenían todo, la actitud, la eficacia y la buena fama entre al población que ya para el gobierno de Porfirio Díaz eran parte de la fuerza pública.
Inspirados en esas historias de héroes que le pusieron fin a los malhechores a principios del siglo pasado es que surge este pequeño sitio en la Colonia Roma con una iconografía muy particular. Gran parte de sus paredes y hasta sus muebles han sido intervenidos por el artista Perro Demonio quien se inspiró en los grabados de Guadalupe Posadas para crear la imagen que adorna el sitio. Es así como la leyenda de Los Rurales —bandoleros que se convirtieron en policías—, renace para colocarse de nuevo en el imaginario popular.
El lugar es pequeño pero con espacios bien aprovechados, ubicado en una esquina de mucho movimiento es fácil saber porqué se ha convertido en un restaurante de barrio. Su carta está inspirada en los clásicos antojitos mexicanos, recetas sencillas que sin duda todos hemos probado en alguna ocasión. Desde el clásico caldito de pollo con chochoyotes, una birria estilo Jalisco marinada al mezcal, una sopita de médula con hongos o hasta un caldito de frijol, platillos para abrir el apetito con sabores conocidos.
En una interesante mezcla de regiones, en Los Rurales podemos encontrar entremeses cantineros para acompañar una cerveza como la trilogía de gorditas (de pibil, de pescado y de requesón con chile pasado),las clásicas pescadillas, tacos de cochinita pibil o sopecitos rosarito. Si lo tuyo es comer algo para compartir, puedes optar por su discada chihuahuense con res, tocino y chorizo, o echarte un tuétano con res, aguacate martajado y frijoles charros.
Nos comentan los comensales asiduos que uno de sus platos favoritos es la arrachera al humo que viene acompañada de esquites y cebollitas cambray, aunque también nos comentan que el chamorro cantinero con salsa verde y verdolagas es buena opción. A pocos meses de ser inaugurado se ve frecuentado por clientes que trabajan cerca y que se sabe la carta completita. Es un sitio que refiere al clásico lugar de la esquina, donde te conocen bien y buscan consentirte. Sin aspavientos y nada más que buen servicio.
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