Debbie Dychter, Zoma Tea

A nadie escapa que la cultura del té está permeando en todos lados y ganando cada vez más adeptos. Hablamos con una sommelier de té que hizo de su pasión un oficio y por eso disfruta compartir su conocimiento. Conoce a Debbie Dychter, una chica que está promoviendo poco a poco la cultura del té en México.

¿Cómo nació tu gusto por el té?

Siempre me ha gustado un estilo de vida donde pueda conocer cosas que me hacen bien, para llevar un balance entre ejercicio y alimentación. Tampoco soy una obsesiva de lo orgánico, como de todo, simplemente trato de mantener un equilibrio. Así empecé a tomar té de lo que hubiera en mi casa. Después me empezó a interesar y comencé a pedir té a mi casa, me acuerdo que era una marca Mark T. Wendell que encontré en internet. Lo primero que me llamó la atención es no que venía en bolsita, sino en hebra entera. Ya estaba en la Universidad y me fui clavando cada vez más, sólo era para consumo personal y pedía té de donde encontrara y yo hacía mis mezclas propias en mi casa para ver a qué sabían.

¿Cómo fue que lo convertiste en profesión?

Cuando me casé, me fui de luna de miel a China y para mi fue el paraíso. Me llamó sobre todo la atención la artesanía de las teteras y comencé a pedir muestras de fabricantes.Ya de regreso, fui a tocar la puerta de una tienda departamental y me dijeron que podía vender mis teteras ahí.
Hice una demostración con las mezclas que yo hacía para mí, pero a la gente les gustaba mucho y me pedían donde comprarlo y así fue surgiendo la oportunidad, porque yo ya había conseguido contactos para importar té puro y mis mezclas exclusivas. También mandé a hacer latas aquí en México y fui aprendiendo todo en el camino. Así se me fueron abriendo las puertas para vender en otras tiendas como clubes de precio. Pronto fui vendiendo a restaurantes como Suntory, Estoril, El Japonez, entre otros. El año pasado surgió la oportunidad de tener mi local propio en la Roma para que la gente entre en contacto directo con todo el mundo del té.

¿Cómo fue tu proceso para certificarte como sommelier de té?

Hace dos años empecé a buscar cursos de té y encontré que la Tea Masters Association de Estados Unidos tiene una sede en Argentina, por lo que le escribí para empezar con la primera etapa que es ser Sommelier de Té. Me inscribí, pagué mi boleto de avión y me fui a Argentina dos semanas para un curso intensivo de todo el día. Nos enseñaron desde la historia y cultura del té, hasta cómo deben de sentirse los sabores y las notas en el paladar para abrir la mente. Probábamos té todo el día en un grupo repleto de latinos, lo que ayudaba mucho también a ver a qué le recordaba el té a cada persona según su lugar de origen. Cuando acabó, nos llevamos 350 diferentes muestras de té puro para catarlas todas, teníamos que mandar 10 trabajos prácticos, hacer un menú y ver distintas ceremonias de té, entre muchas otras cosas. Al final, mi examen final consistía en uno teórico por internet con tiempo medido y otro práctico donde teníamos que catar 2 tés y adivinar cuáles eran, cosecha, origen, tipo de té, etc. Es algo súper complicado porque sólo te alcanzaba para tres infusiones pero al final sí lo pasé y me certifiqué. Ahora estoy estudiando la ceremonia del té japonés con mi sensei y espero algún día estudiar los cuatro años que se requieren para ser Tea Master.

¿Cómo fue que surgió la idea de hacer tu marca?

Siempre tuve una formación en marketing, comunicación y construcción de marcas y al final por eso pude desarrollar mi marca. Por lo que cuando pude tener mi propia marca le puse Zoma porque viene de la palabra «cuerpo» en griego. Por eso desarrollé unos paquetes de Tea Set Sample para que la gente pueda probar seis distintos tipos de té desarrollado para cada tipo de persona: slim & beauty; detox & stress out o sports fan. Lo padre es que a cada hora en específico viene una variedad de té acorde a la personalidad de cada usuario, ya sea si necesita energía, algo que lo desintoxique, un antioxidante o algo para relajarse.

¿Qué es lo que más te gusta del té?

Yo sí trato de que la gente sepa los beneficios del té pero que no lo vean como medicina o como un remedio mágico, es más bien algo que ayuda a distintas cosas. Yo sugiero que alguien que quiera introducir el té en su vida, que lo pruebe como mezcla para que le sepa rico y aproveche sus propiedades energéticas y para liberar endorfinas. Me gusta mucho que el té te acompañe en lo que estás haciendo, que sea un momento de introspección para relajarte, que es tu cómplice y te hacer sentir rico.