Margot Castañeda (@marchcastaneda)
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Los hombres visten pantalones de cuero, camisas de lino rústico, medias de lana gruesa, zapatos de campo, chaquetas y sombreros de pana. Las mujeres se atavían con largas y pesadas faldas, blusas blancas con encaje, delantales bordados y listones coloridos. Están listos para la gran fiesta alemana.
La música tradicional deja paso al baile incesante. Todos cantan, bailan aplauden. Las bandas sonoras desfilan por la calle, antecediendo a los camiones que presumen numerosos barriles de cerveza. Tarros de todos los tamaños —la mayoría de respetable capacidad— se abren paso entre gritos, cantos, risas y mejillas sonrojadas por el calor etílico. Los brindis ocurren, los tarros chocan y todos se entonan al mismo ritmo de celebración. O’zapft is! Oktoberfest, la legendaria fiesta de la cerveza, ha comenzado.
Se ha festejado año con año desde 1810 en la pradera de Theresienwiese, en el lado oeste de Múnich, Alemania. Son cerca de 6 millones de personas —con frecuencia más— las que se reúnen para honrar a su bebida nacional. Hay juegos mecánicos que prometen diversión, puestos de cerveza de distintos tipos, concursos de bebedores, pollitos rostizados, salchichas alemanas, bretzels y cerca de 8 millones de litros de cerveza dispuestos para el consumo general. Así durante dos semanas. Sí, es la más grande y famosa celebración cervecera en el mundo.
Por eso, y porque la cerveza es una bebida mundialmente apreciada, Oktoberfest es una fiesta imitada en gran cantidad de países. Donde quiera que haya una comunidad alemana habrá tarros de cerveza para brindar en octubre. Y en septiembre, porque casi siempre la fiesta comienza a finales de septiembre y se extiende hasta mediados de octubre.
En la Ciudad de México se ha celebrado desde 1971 por el Club Alemán de México. No hay juegos de feria, pero sí concurso de trajes típicos bávaros, música en vivo, comida alemana y mucha, mucha cerveza. El Colegio Alemán hace su celebración en menor escala y algunos restaurantes festejan desde sus trincheras.
El legendario restaurante Fritz, que quizás sea el más alemán del DF, es un buen lugar para pasar el Oktoberfest —o cualquier otro día del año. Fritz Brack, que llegó de Alemania a México en 1940 fundó este rinconcito con las recetas caseras germanas que trajo consigo, poniendo en práctica su profesión de chef. El restaurante pasó a ser propiedad de Roberto Hassey en 1983 y hasta hoy se mantienen como un emblema de la cocina alemana en México.
Algunas de las cervezas que podemos disfrutar en Fritzson la Franziskaner (regular y obscura),la cremosita Carolus, la clásica Löwenbräu, la Optimator, la Becks, la Paulaner (dunkel, clara y la Oktoberfest, más dulce, maltosa y alcohólica que la tradicional rubia) y la Oktoberfest, marca registrada por el Club Cervecero de Múnich, entre otras que se pueden degustar en las catas de cerveza que el restaurante ofrece con regularidad. Cabe destacar que las ‘cervezas Oktoberfest’ deben cumplir con el requisito Reinheitsgebot, que pone como mínimo un 6% de alcohol y debe ser fabricada dentro de los límites de la ciudad de Múnich.
En Materia Prima, el gastrobar del chef español Pau Verdura, también hay cervezas artesanales e importadas para agasajarse en la fiesta mundial de la cerveza, además de que ofrecen paquetes que incluyen la gloriosa bebida con paella valenciana. Son cerca de 100 diferentes tipos de cerveza artesanales (además de las tradicionales) y algunas mexicanas que, hay que recordar, ya gozan de prestigio internacional.
Y si el antojo de cerveza está un poco alocado, en La Bulla hay cervezas caseras y saborizadas con productos naturales y algunas salsas especiales (recetas secretas de la casa). Lo recomendable aquí es pedir un megaburrito —especialidad del lugar, el más rico es el de cecina de Yecapixtla con arroz y nopales— y aventurarse a probar sabores diferentes en la cerveza.
Otros lugares para celebrar el Oktoberfest —aún cuando no sea octubre— son: Biergarten, La Belga (boutique de cerveza) y otros bares donde la cerveza es tomada como reina. Aquí puedes encontrar algunos, sin olvidar que los restaurantes de cocina alemana también son opción.
Y, si la cartera lo permite, siempre se puede viajar al otro lado del Atlántico para disfrutar del verdadero Oktoberfest en Múnich. En 2015 se celebrará del 19 de septiembre al 4 de octubre y en la página oficial del festival hay opciones de vuelos, hospedaje y paquetes para ir a la fiesta de la cerveza más grande del mundo. ¡Salud!
LLEGA A CELEBRAR LA 9a. EDICIÓN DE SABOR ES POLANCO
Prueba a engalanar el festejo con estos drinks hechos a base de mezcal.
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