Por Equipo Editorial QUEREMOSCOMER.COM
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Té o tisana, he ahí el dilema. ¿Cuántas veces te has encontrado con una carta de bebidas en la que se ofrecen tés o tisanas? La verdad es que en muchas ocasiones no sabemos diferenciar entre estas bebidas, pensamos que son lo mismo, y aunque la manera de preparación guarda similitudes entre ellas, existen diferencias. Aquí te dejamos esta breve guía para que conozcas lo distinto que es el mundo del té y las tisanas.
Sólo té
Té negro, blanco, verde o rojo, todos provienen de una misma planta, Camellia sinesis; no obstante, la diferencia entre cada uno radica en el tipo de hojas y la manera de procesarlas. Por ello, sus tonalidades abarcan desde el blanco hasta el rojo o casi negro.
El té blanco, por ejemplo, se obtiene a partir de las hojas más tiernas de la planta (contienen la mayor cantidad de antioxidantes),las cuales se recolectan a mano y se procesan lo más rápido posible con el fin que no se oxiden; el té verde, de las hojas más jóvenes de Camellia sinesis y no se dejan marchitar. El color ámbar, casi rojo, del té Oolong es posible gracias a que las hojas se procesan de distintas formas: las menos fermentadas conservan su color verde, mientras que las más fermentadas alcanzan los tonos rojizos. En cambio, si se dejan oxidar por más tiempo, el resultado será un té negro con sabores más intensos que los anteriores.
De flores y hojas
La tisana es una mezcla de varias hierbas, hojas u flores, como la manzanilla o rosas, que se someten a un proceso llamado infusión, es decir, se agrega agua caliente sobre ellas para extraer sus esencias y aromatizar el líquido. De ahí que en muchas ocasiones se les llame infusiones; sin embargo, lo correcto es llamarlas tisanas.
Los sabores y clases de éstas varían muchísimo, por lo que se pueden encontrar combinaciones infinitas: hierbabuena con anís, hojas de té verde y limón, lavanda con moras azules, frutos rojos, vainilla y jengibre con cítricos; en fin, existe cuanta variedad pueda crear la imaginación.
¿Entonces una infusión es también un té?
Le preguntamos a un experto en el arte del té, Rafael Jacobson de la casa de té Balmoral, quien nos instruyó y nos enseñó cómo se preparar un té.
"Una infusión es una bebida que se prepara a partir de agua muy caliente, pero que no ha llegado a hervir. Ésta se coloca sobre las hojas secas, flores o granos y se deja impregnar de sus sabores y propiedades, así el agua toma colores distintos y sabores, como es en el caso del té o el café. El café también es una infusión", afirma Jacobson.
Para preparar un té, dice Rafael, yo recomiendo, por la delicadeza del mismo, hacer una infusión ligera. Verter el agua en la taza -previamente calentada, así se mantendrá caliente por más tiempo- y añadir las hojas o bolsa de té a elegir y dejar reposar de 30 segundos hasta cinco minutos máximo; si se desea un sabor más intenso sólo hay que agregar más hojas, pero no dejar más tiempo.
Por último, es importante no exprimir las hojas o bolsa de té cuando se retiren, pues añadirá un gusto amargo y nada agradable en la bebida.
Así de fácil es disfrutar de estas dos bebidas tan distintas entre sí, pero ricas al igual.
¿A ti cuál te gusta más?
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