¿Un vino rosado? -¡Claro, para el calor!

Uno de los vinos menos conocidos o con menos difusión es el vino rosado. Actualmente, pocos son los lugares que les ofrecen a los vintusiastas e hinchas del mosto fermentado de uva alguna variedad de éste.

Hace ya algunos ayeres, durante los años setenta, los grandes bebedores de vino dirigieron el camino hacia el consumo de vinos blancos y tintos, dejando al rosado no sólo relegado, sino en un exilio injustificado del que ahora, a últimas fechas, poco a poco se ha estado recuperado.

Déjenme platicarles un poco acerca de la manera en que se produce: el método que se utiliza es similar al de los tintos, pero el tiempo que la piel de la uva tiene contacto con el jugo es mucho menor, sólo lo suficiente para que el vino tome su característico color. Después, el líquido es transferido a otro tanque en dónde el resto del proceso se termina.

Este vino tiene diferente intensidad en sus colores, los cuales pueden ir desde el rosado grisáceo pasando por diferentes tonos de rosa, hasta los rojos más marcados (sin llegar a tener los tonos rojos más cercanos al color del vino tinto).

Las uvas que son utilizadas para hacerlo son básicamente las mismas que son usadas para vinos tintos y blancos de gran tradición, que incluyen: Merlot, Garnacha, Pinot Noir, Syrah, Zinfandel, Sangiovese y Tempranillo. Comúnmente existen dos tipos, los “still rosés” que son los vinos rosados regulares y los “sparkling rosés” que como su nombre lo indica son vinos espumosos.

El rosado es un vino que se recomienda tomar por ahí de los 6°C - 8°C, lo que lo convierte en un vino ideal para ésta temporada de calor. Díganle adiós a ese bochorno y al sufrimiento de ésta temporada de primavera y pida usted, querido lector, un vinito rosado que seguramente no será sólo refrescante, si no que va a cambiar completamente la experiencia que se tiene con el consumo de vinos.

Por un momento ¿qué les parece que nos olvidamos de la cerveza? Démosle una oportunidad a ese vinito rosado que nos espera bien frío en su restaurante de confianza. Lo van a encontrar igual de refrescante y les va a convertir esa comida en una experiencia diferente, extraordinaria.

Es un vino que comúnmente es asociado a la cocina mediterránea. Es ideal para acompañar un plato de arroz, alguna carne suave y pescados y mariscos, pero, ¿por qué detener la experiencia en estos platillos? Los invito a probarlo con cualquier plato, pidan ensaladas con salmón, pizzas margherita y por qué no, un molito con pollo o unos taquitos al pastor (inténtelo no se arrepentirán).

¿Qué tal irse de picnic con la familia y llevar ese vinito rosado para compartir con la pareja en lo que ven a los niños jugar? ¡Increíble! y muy fresco. Es un vino sumamente versátil y de alguna manera es como lo mejor de dos mundos, siendo un vino que se presta para cubrir los caprichos del bebedor regular de tintos así como el que gusta de los blancos.
A mí, en lo particular me gustan los vinos latinoamericanos, pero en especial –sin que suene a cebollazo- los vinos mexicanos y aprovecho para dejarles por acá tres etiquetas de vinos rosados mexicanos que les van a sorprender:

URIEL
De la casa Adobe Guadalupe, es un ensamble de Tempranillo, Barbera, Syrah, Sauvignon Blanc y Moscatel. Cosa tremenda para mariscos y ensaladas. Les aseguro que será un favorito instantáneo.

V. DE CASA MADERO
Vinazo de Parras, Coahuila. Cabernet Sauvignon 100% premiado con medalla de bronce en Decanter 2012. Tómenlo bien frío con tacos de pescado o unos de pastor con piña.

CURSI
Este rosado hace gran honor a su nombre. Les va a transmitir esa cursilería y amor que sienten al recargar la cabeza en el hombro del ser querido, es un vino que les traerá a la mente los dulces  salvavidas rojos y las paletas de corazón. Mezcla de Grenache, Syrah y Merlot que es elaborado por Hacienda La Lomita, y ya está ganando muchos premios a nivel mundial.

En el campo, en la ciudad, con amigos o simplemente para que se sienten en su silla favorita con su tableta electrónica para leer éstas líneas, un vino rosado, será en ésta temporada de calor y primavera una gratísima experiencia digna de regalarles un momento que jamás olvidarán.

Hoy es el momento de darle esa oportunidad al vino rosado para traerlo de su exilio a un lugar en sus corazones, queridos lectores.