Enero para desintoxicarse.

Año nuevo, energía nueva. Si queremos empezar enero sintiéndonos como nuevos y llenos de energía, un sabio consejo es realizar una desintoxicación en nuestro cuerpo. No tendrá ningún efecto negativo, al contrario, nos sentiremos mejor inmediatamente. Es mejor si esta desintoxicación se hace periódicamente, pero comencemos por saber qué es, para qué sirve y cómo se lleva a cabo. Así, nuestra primera detox del año estará lejos de ser un sufrimiento.

Es imposible negar que nuestro cuerpo tiene toxinas. Todo puede contener químicos y gases que llegan a nuestro organismo de manera directa o indirecta, desde lo que comemos y bebemos, hasta el aire que respiramos. Esto sucede todos los días y poco a poco las toxinas se van acumulando en nuestro organismo, llegando a reducir nuestra calidad de vida. Dependiendo del grado de exposición que tengamos a éstas, tendremos mayor o menor riesgo de padecer enfermedades que afectan a nuestro sistemas neurológico, inmunológico y endócrino.

Así, el objetivo principal de una dieta detox es ayudar a nuestro cuerpo a desechar las toxinas —ya que por sí solo es incapaz de eliminarlas todas— y a luchar en contra de los radicales libres producidos por la exposición a dichas toxinas. El proceso para conseguir este objetivo se lleva a cabo a través de dos procesos claves: 1) La depuración de las toxinas y 2) El consumo de antioxidantes.

Es muy fácil comenzar un plan de desintoxicación. El principio de todo es el consumo de jugos de frutas y de verduras. Deben ser frescos, por supuesto, pues así están cargados de vitaminas, minerales, nutrimentos, fibra y fitonutrientes (sustancias químicas vegetales con propiedades curativas reconocidas). La dieta detox puede constituirse únicamente de jugos o también puede incluir ciertos alimentos, siempre y cuando se limiten las harinas blancas, los azúcares, las grasas animales, las carnes rojas y los lácteos.

Incluir jugos naturales en la alimentación es considerado uno de los métodos más rápidos y eficaces de desintoxicación. Los jugos, los tés y las semillas ayudan a limpiar, alcalinizar, rehidratar, reconstruir y evitar la inflamación y oxidación del organismo. Puedes combinar tus jugos de acuerdo a tus gustos, pero recordando las seis reglas para una dieta detox de jugos:
1) Lavar y desinfectar todas las frutas y verduras.
2) Incluir siempre dos ó mas verduras por cada fruta.
3) Las verduras y frutas que utilices deben ser frescas, evita las enlatadas o en conserva.
4) No debes colar los jugos.
5) Para endulzar: usa solamente miel de agave o stevia.
6) Toma los jugos inmediatamente después de prepararlos, entre más tiempo pase, irán perdiendo sus propiedades.

Puedes llevar este plan durante siete o diez días, pero debes conocer también los efectos secundarios que puedes experimentar. Al eliminar rápidamente las toxinas se empieza un proceso de sobreestimulación orgánica y en las primeras 24 y hasta 72 horas puedes presentar síntomas como dolores de cabeza, inflamación, ansiedad por comer azúcares y un poco de cansancio. Todo esto es normal, recuerda que estás eliminando toxinas y tu cuerpo está trabajando a toda velocidad, pero no te preocupes, porque estos síntomas desaparecerán de un día a otro sin durar más de tres días. Después, te empezarás a sentir revitalizado, con mucha energía, desinflamado y con una digestión regular y activa. Incluso notarás tu piel más radiante, aunque tal vez lleguen a salir un poco de granitos en cara o espalda, pero es normal ya que es otra forma de eliminar toxinas.

Pero, si no quieres hacer un detox basado en puros jugos, puedes incluir todos los grupos de alimento siguiendo estas recomendaciones:

Alimentos que debes incluir:   
•    Verduras frescas: brócoli, zanahoria, calabaza, espárragos, camote, cebollas, apio, alcachofa, betabel, espinaca y coles. Germinado de trigo y alfalfa.
•    Frutas frescas: mora azul, zarzamoras, fresas, manzanas, fruta de la pasión, pera, piña, kiwi, mango, mandarina, naranja y toronja.
•    Nueces y semillas: almendras, nueces de la india, nuez, semillas de girasol, ajonjolí y chía.
•    Granos sin gluten: arroz integral, amaranto, quínoa y maíz.
•    Leguminosas: lentejas, frijoles, edamames (frijol de soya) y chícharos.
•    Proteína: pescado, huevo, pollo, pavo y tofu (queso de soya).
•    Bebidas: agua natural, té verde, té de jengibre, leche orgánica sin azúcar de soya, almendra o arroz.
•    Algas: kombu, wakame, dulse, agar-agar, nori y hiziki.

Alimentos que debes evitar:
•    Granos que contienen gluten: avena, trigo, centeno y cebada.
•    Proteína: carne de cerdo, res, tocino y embutidos.
•    Lácteos: leche entera de vaca, quesos, yogurt y mantequilla.
•    Azúcares: dulces, chocolate, mermelada, leche condensada, cajeta.
•   Alimentos procesados: alimentos enlatados, alimentos congelados, papas fritas y cereales de caja.
•    Alimentos refinados: arroz blanco y pan y galletas (harina blanca refinada).
•    Comida rápida: papas fritas y cualquier alimento frito, capeado o empanizado.
•    Bebidas: alcohol, café, té negro y bebidas con azúcar.

Si estás decidido a desintoxicarte, te recomiendo que consultes a tu médico, así tendrás una dieta ad hoc a tus necesidades y estarás controlado en todo. Y recuerda que la disciplina y la constancia son sumamente importantes para obtener todos los beneficios. ¡Éxito en tu detox!