EL CHEF DE SANGRE DULCE

De abuelo panadero y padre pastelero, en fin, Frederic Lang lleva la vocación en su sangre; la cultura pastelera siempre ha estado arraigada en su vida. Cuenta que desde muy pequeño su papá lo ponía a trabajar con él, y así comenzó a involucrarse en el mundo de la pastelería. 

Más tarde entró a estudiar la carrera de pastelero, tomando diversos cursos, pero también siguió formándose con su papá, así que sin duda su formación en el ramo, fue bastante completa.

A partir de ahí, comenzó a trabajar en diferentes restaurantes, hoteles y cruceros. Más tarde llegó a vivir a la Ciudad de México en donde conoció al entonces chef pastelero de Grupo Presidente, el que le propuso se integrara a su equipo de trabajo. Hoy en día Frederic Lang es el chef ejecutivo pastelero de Presidente Intercontinental México, además depertenecer a diferentes asociaciones del mundo de la gastronomía como el Club Vatel de México y la academia culinaria de Francia.

Gusta mucho del lado artístico y decorativo de la pastelería, disfruta trabajar en la fabricación de esculturas de azúcar y chocolate, pero no deja a un lado la parte de los sabores; en su trabajo, siempre lo primero que busca es que sus platillos antes de verse bien estén correctamente elaborados y tengan excelente sabor. Algunas de sus creaciones son: el crujiente de almendras con salsa de limón y frambuesa y los profiteroles de tres sabores en salsa de chocolate blanco y negro.

Frederic es enemigo de la monotonía, cuenta que día a día busca hacer cosas nuevas y diferentes, jugando con los productos de temporada, las técnicas y su imaginación, y esto mismo lo emite a su equipo de trabajo, del cual habla muy bien. Le gusta mucho enseñar y transmitir los conocimientos que ha adquirido, pero también le encanta aprender; reconoce que en esta vida, siempre hay algo nuevo por descubrir.

Sabe que su trabajo es muy demandante y le queda poco tiempo para pasar con su familia, pero no deja de querer su profesión, al contrario, es el amor a su trabajo lo que lo mantiene ahí y también su familia, pues comenta que entienden bien su trabajo y lo apoyan. Y claro, cada tiempo libre, lo aprovecha al máximo con ellos.

Es evidente que Frederic Lang ama su profesión, le apasiona y además la respeta, él mismo explica es parte de su vida y de él; mucho de lo que es como persona y profesionista se lo debe a la pastelería.