Jacqueline María Benitez

Jacqueline es un torbellino de sonrisa perenne, una mujer fuerte que inspira respeto y que entre sus múltiples talentos, ocupa buena parte de su tiempo a estar detrás de dos de los eventos gastronómicos más importantes del país: Millesime y Morelia en Boca.

Platiqué con ella para conocer no sólo los pormenores de la nueva edición del festival, si no para saber un poco más sobre la boricua que se ha convertido en una de las figuras más significativas en el medio gastronómico en México.

¿Cómo llegaste a México?
Llevo más de catorce años viviendo en México, de los cuales los últimos seis años me he dedicado por azares del destino al tema de la gastronomía, por un acierto muy importante en mi vida que fue Millesime. Desde ahí, he trabajado muchísimo en función de la comunidad culinaria en México, pero también he podido combinar mis estudios de hotelería y todo lo que me gusta hacer.

Mi llegada a México viene de la mano de la hotelería con Luxury Collection y Starwood, fui directora de Marketing y Ventas para toda Latinoamérica. Lo que me dejó la hotelería es una visión global y necesidad de ser bueno en todos los aspectos, que si bien no los dominas todos, tienes que conocer de administración, de ventas, de mercadotecnia, de servicio al cliente, de estética, de la belleza, de crear momentos que sean sorpresivos pero que no caigan mal ni rayen en lo ridículo.

¿Cómo era tu vida en Puerto Rico?
Absolutamente plena y feliz, vengo de una isla donde tenemos la ventaja de tener lo mejor de los dos mundos, tanto la fortaleza de Estados Unidos como la idiosincrasia caribeña. Mi madre era argentina y mi padre era puertorriqueño, él le llevaba a ella treinta años, era un intelectual y un hombre muy importante en mi país, todo un referente. Mi papá nació en 1905 y cuando yo te digo que yo fui criada por un caballero, es de manera literal, él era un hombre que usaba sombrero y caminaba despacio con las manos detrás y que iba pensando todo el día. Vengo de una familia donde se trabaja mucho con el protocolo, donde mi casa era una tertulia constante. Mi mamá fue cantante de ópera y zarzuela y mi papá un escritor muy importante, por lo que en mi casa se recibía desde importantes políticos de todo el mundo como a intelectuales, escritores, poetas o hasta cantantes como Celia Cruz.

Por eso para mí la elegancia es muy importante, yo vengo de una casa nada elitista, pero sí muy enfocado al trato y el buen gusto, a hacer las cosas con coherencia, donde mirarte a los ojos al hablar significaba que lo estabas haciendo con la verdad y donde hacer un trato con el cruce de una mano era suficiente. Un lugar donde el trabajo era un valor, con un gran respeto a lo que había a nuestro alrededor, ya sea familia o amigos.

¿Cuáles crees que sean las claves de tu éxito?

Mi carrera me permite trabajar con gente que admiro y que respeto. Me gustan los retos porque de ello viene la creación y soy una persona muy creativa. He tenido que domar una bestia porque siempre hago las cosas de manera distinta y descanso poco (ríe). Soy muy napoleónica, no pienso en chiquito y me gusta que la gente que forma parte de mi equipo también tenga esa misma hambre. Además creo que el servicio es la base de cualquier buena estrategia de negocios. Todo necesita un buen servicio.

Háblanos de lo que viene para Morelia en Boca.
Tenemos todo un proyecto de comunicación muy ágil, por primera vez se hizo una alianza con el Festival Internacional de Cine de Morelia, lo cual es maravilloso porque una a la ciudad y dos artes: la gastronomía y el cine. Vamos a presentar una película de Carlos Hagerman que se llama Vuelve a la Vida, donde se realizará una charla entre un chef, un crítico de cine y los productores de la película.

Este año se le va a dar mucha fuerza a las cocineras tradicionales, que aunque siempre se había hecho, esta vez tendrán un pabellón dedicado a ellas, lo cual es algo muy bonito. Cada una tiene un nombre y una identidad en la página de internet para que el público pueda diseñar su visita en un segundo.

Tendremos doce conferencias, a las que hemos llamado Demostraciones y Reflexiones de Cocina porque queríamos que dejaran un mensaje, no solamente un cocinero haciendo una demo, sino algo que inspire.

Treinta chefs se han sumado a la plataforma, los invitados son aquellos que están en el momento más importante de su carrera, que se sienten cómodos y les toca ahora a ellos levantar a los que vienen. Los cocineros que escogimos son deliciosos, ya sea porque están consolidados o porque tienen una gran propuesta que hay que voltear a ver. A la par, habrá también nueve cenas que vamos a hacer al unísono en distintos recintos para que toda la ciudad sea intervenida por duplas y tercias de cocineros.

El producto local también va a tener mucho protagonismo y cada cocinero tiene que trabajar con él, les hemos asignado una lista de productos que están avalados por la SAGARPA para que los chefs integren a su cocina productos endémicos de Michoacán como el queso Cotija, jamaica orgánica, ancas de rana, trucha, macadamias, etc. Va a haber una pequeña feria de productores locales no sólo para que el público los conozca, sino para generar una oportunidad de negocio con compradores potenciales y que puedan crear relaciones directas.

Este año le haremos un homenaje a la señora Diana Kennedy, investigadora  y que ha sido una voz muy importante para México. Vamos a darle una mención honorífica y viene gente muy importante de Gran Bretaña para acompañarlos.

Este año nos unimos también a la Secretaría de Turismo por el año dual con Inglaterra para traer maltas y maestros cervecerosbritánicos y de esta manera hacer esta correlación con lo que está sucediendo en México con la cerveza artesanal y con lo que se ha venido haciendo en Europa. Queremos exponer cómo ha pasado de ser una bebida que se tomaba sólo cuando hacía calor a volverse un complemento de la mesa.

En su quinta edición, por primera vez Morelia se une con Guadalajara, una ciudad cercana con la que nunca se había hecho nada. Lo que queremos es promover el turismo gastronómico en ruedas y Morelia está apenas a tres horas de Guadalajara, lo lógico es promover porqué es una buena idea pasar un fin de semana en la capital michoacana para comer y quizás conocer a chefs de la propia Guadalajara.

Le debemos respeto a todos los actores que intervienen en Morelia en Boca y tenemos que hacerlo muy bien. Por eso hemos buscado tantos espacios para que los chefs, cocineras, enólogos, productores y sommeliers tengan espacios para que se hable de ellos. Hay que darle elegancia a las cosas.

Morelia en Boca es para disfrutar en familia, un evento en una ciudad que de por si te enamora, para entender que el comer no es solamente el acto de llevarte algo a la boca.

¿Qué es lo que te ha enamorado de Morelia?
Su gastronomía es virgen, es de las menos trastocadas por la colonización, por eso se utilizó para inscribir la cocina mexicana como Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

Morelia está hecha para caminarse, es una ciudad rodeada de arquitectura barroca que además posee un clima divino. Su gente es maravillosa, la estética es preciosa –todo está perfectamente colocado. Me gusta que es un lugar que puedes descubrirle algo nuevo todos los días, tiene mucha historia y paisajes preciosos.

Yo no soy mexicana pero tengo muchos afectos aquí, uno de mis hijos nació en México y creo muchísimo en este país, en sus talentos  y en lo que tiene para ofrecer.
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Foto: Fernando Gómez Carbajal