El Huequito

Porque existe la leyenda que un chilango no puede vivir más de 7 días sin probar un sólo taco, regresamos al Huequito. La historia inicia en un local de apenas un metro cuadrado de superficie donde Guillermo Buendía González comenzó todo en 1959. Al día de hoy, es responsable de generar más de 300 empleos en seis sucursales, siendo la Nápoles una de las más grande de todas.

Si buscas comer rico sin tomarte demasiado tiempo,  El Huequito es una buena opción sin dejar de mencionar que cuentan con Distintivo H.

En El Huequito de Ayuntamiento, el pastor es la única opción en la carta junto con sus famosas salsas, aguas de horchata, jamaica y refrescos. Las otras sucursales como la de La Nápoles, cuentan con una carta extensa en la que encuentras ensaladas, diferentes entradas, tacos y quesadillas de diferentes especialidades, baguetortas, sandwiches, hasta un menú de niños.

Sin duda, la sucursal de La Nápoles se ha vuelto un ícono y apuesta por ser la primera opción para la afamada multitud que sale de la Plaza de Toros o del Estadio Curz Azul. Se trata de un local bien puesto con sus platos insignia de colores y buen servicio.

El plato estrella que caracteriza a todas las sucursales de El Huequito es el taco al pastor. El acompañamiento perfecto es la salsa naranja de chile de árbol o la salsa con base de guacamole.

El pastor especial se trata de una montaña de pastor jugosa con salsa anaranjada de chile de árbol, cebolla desflemada, guacamole y tortillas a un lado. No recordamos combinación más exitosa que las de estas dos salsas en un mismo taco.

La quesadilla de maíz con quesillo, epazote y raja de cuaresmeño me ha hecho volver varias veces. No olvides pedir un agua de limón con chía para maridar.

Los tacos de nopales con costilla siempre son una buena opción, pero si vas acompañado, la chulis pork de chuleta con tocino y cebolla es inigualable y la puedes compartir.

Adevertencia. No dejes de revisar su carta de salsas donde especifican qué tan picosas son.

Pocos se quedan con antojo de un postre, pero siempre hay opciones clásicas como plátanos machos fritos con crema, el flan especial con chongos zamoranos, duraznos en almibar y un café de la olla.