Freims: sándwiches cuadriculados

Numerosos proyectos han visto la luz por toda la ciudad, pero la pasión es el ingrediente distintivo para concretizar un modelo de éxito. Este es el caso de Frëims, un acogedor lugar en la calle de Orizaba en la colonia Roma. Producto de las mentes emprendedoras de Marcos y Sara y la asesoría de José Carlos Gutiérrez (Apporta Restaurante Marketing), este lugarcito se rige por la buena comida, la estética y el buen café.

Marcos es fotógrafo de profesión y desde hace diez años tenía la ilusión de montar un restaurante que cumpliera con cuatro soñadas características: 1) diversas propuestas  culturales, 2) barra de café de especialidad, 3) propuesta contundente de alimentos, 3) un punto de encuentro, un lugar de barrio.

La carta de alimentos tiene mucho que presumir, tanto por sabor como originalidad: todos los sándwiches se preparan con panes cuadriculados que recuerdan al tradicional waffle belga. ¿Y cómo surgió la idea?: cuenta Marcos que todo empezó al observar a un valiente que se atrevió a comer con la mano, y sin mancharse los dedos, un waffle belga doblado a la mitad relleno de miel y mantequilla.

El responsable de crear la pasta para este singular pan cuadriculado es el chef Oscar Vidal y atinó con maestría a lograr una masa líquida un poco fermentada que se cocina en la wafflera al momento de preparar los sándwiches y que resulta ser la estrella del menú. Nicolás Oviedo es el chef creativo de los siete sándwiches de comidas y dos de desayunos que integran la carta, todos servidos con papas del mercado.

Entre nuestros favoritos se encuentra el sándwich de pavo + brie: formado por una cuadrícula de pan integral, pechuga de pavo, queso brie, aderezo Frëims, finas hierbas, arúgula, lechuga sangría, compota de higos y avellanas. Otro clásico instantáneo es el sándwich de tresquesos con pan cuadriculado de cebolla, queso menonita, queso manchego con chipotle, queso de cabra con ceniza, lechuga, arúgula, aderezo Frëims y  jitomate cherry. Tienen además dos propuestas para desayunos: sándwich de huevo con rajas y sándwich de huevo, jamón y queso. Y, para aquellos que buscan la calidad de sus ingredientes, pero no quieren comer pan, su ensalada con dátil, jocoque seco, berenjena, calabaza, lechuga sangría, corazón de lechuga, espinaca y vinagreta, es una gran opción.

Sus postres son cosa aparte: cuatro sándwiches dulces que son una belleza equilibrada. Te recomendamos probar el favorito de Sara, sándwich de chocolate: cuadrícula de chocolate, chocolate al 70%, avellana y fresas frescas. Si prefieres algo más frutal, elige entonces el sándwich de manzana crumble con cuadrícula natural, crumble de manzana, azúcar y canela.

Sara es escritora y psicóloga y durante algún tiempo estuvo trabajando en una finca cafetalera en la sierra de Oaxaca, haciendo labor social. Así que, como podrá adivinar el lector, ambos dueños son apasionados del buen café, por lo que la búsqueda de los mejores granos de café era obligada a la hora de crear Frëims.

El barista principal, otra parte crucial en el proyecto, es Josafat Rocha, siempre preocupado y ocupado por servir el café —proveniente de Chiapas y Veracruz— en forma perfecta, ya sea un espresso o un café hecho con los diferentes métodos de extracción que ofrecen: chemex, aeropress o prensa francesa. Todos los baristas están perfectamente capacitados para obtener el máximo de cada grano en la impresionante máquina de espresso que enmarca la barra de cafés: una flamante Marzocco —empresa que ensambla a mano en Florencia todas sus máquinas desde 1927.

El especial de la casa es: 2 onzas de espresso y una bola de helado de cardamomo. Aunque el café más popular es el macchiato especial: 2 onzas de café con 7 onzas de leche, el favorito de Sara es en prensa francesa y el chai (mezcla de la casa) es otro de los favoritos. Además, ofrecen una variedad de jugos, refrescos y una pequeña pero atinada selección de cervezas artesanales. 

Finalmente, como propuesta cultural y recordando el antecedente fotográfico de Marcos, cada mes realizan una exposición de fotografía con el sueño de algún día hacer una compilación de todas las exposiciones en un libro. Sara y Marcos diseñaron el lugar con el objetivo de ofrecer un espacio acogedor que invite a regresar ¡y lo lograron! Da gusto encontrar una cafetería con tan brillante propuesta de comida, que además se aprecia visualmente en una cuidada vajilla de Bugambilia.

De momento nos quedamos contentos de saber que en un rinconcito de la Roma —y quizás pronto: más calles alegres con un Frëims—, podemos satisfacer hasta el último de nuestros antojos, olvidándonos que un buen café no es todo lo que obtendremos.