COMER RELAJADO.

Me siento rendida, cansada y demasiado llena, ya que hoy al igual que muchos días, me senté a comer demasiado hambrienta y tensa. Como suele suceder, olvide de masticar bien y estaba tan distraída que poco me interesaba lo que comía o de que manera lo hacia. Vivimos en un estado de prisa constante en que el estrés es un estado normal.

A diario vemos la publicidad para dietas y productos para adelgazar y muchas veces nos olvidamos de comer con gusto. A veces, ni hacemos la conexión entre la comida y nuestro nivel de energía, agilidad mental y estabilidad emocional. Nos olvidamos, de repente, que la comida es nuestra gasolina y que la calidad de ella es importantísima. Para que llegue un platillo a la mesa se requiere de muchas manos y bastante trabajo. La comida ha pasado por la madre tierra, el sol y la lluvia; por las manos rugosas de campesinos, pasa también por diferentes procesos hasta llegar al supermercado, por transporte y finalmente los ingredientes son elegidos y pasan a las manos del chef para con ellos elaborar algo delicioso.

Si tomamos un momento para contemplar el camino del origen del alimento a la mesa y damos las gracias, ya comenzamos a concientizar el comer. En “Kabala” (filosofía de misticismo judío),se dice que la boca es el punto de unión entre el alma y el cuerpo y claro; ya que por la boca consumimos los alimentos y por lo tanto el comer mantiene al alma conectado con el cuerpo. Diversas culturas han expresado tradicionalmente su agradecimiento por la comida. Sea esto un rito religioso, personal o espiritual, el rito de bendecir a la comida convierte el comer en una practica sagrada. Los antecedentes de artículos cristianos comparten la imagen de Cristo y la “multiplicación de los panes” y sabemos que los judíos acostumbran bendecir tanto la lavada de manos antes de comer, como al universo por los frutos de la tierra. En el Budismo se recita “OM AH HUNG” antes de comer y es claro que tomarse un momento de contemplar la comida como un regalo nos invita a tomar consciencia mientras comemos.

Para poder digerir bien lo que comemos y asimilar los nutrientes de la comida, debemos de comer con placer. Comer relajado es fundamental para nuestra salud y claro que mas placentero. La digestión empieza antes de comer cuando “se nos hace agua a la boca”, esta agua se refiere a la saliva, una mezcla de agua, proteínas y sales minerales. Al masticar, los alimentos se mezclan con la saliva preparándose para llegar al estomago. La saliva es esencial para lubricar los alimentos y junto con la masticación estos se hacen más pequeños, secretando enzimas que ayudan a asimilar azucares y grasas. Masticar también relaja el piloro; músculo situado a la salida del estomago, ayudando a que los alimentos pasen del estomago al intestino delgado. Masticar bien la comida hasta que llegue a un estado casi líquido también protege al bazo, que según la medicina china, en su estado estresado contribuye a que nos sentimos muy cansados y sin energía después de comer. Si nos acordamos de comenzar la digestión en la boca, saboreando la mezcla de especias y texturas nos ahorramos la incomodidad causada por abusar del esfuerzo a nuestro estomago.

Para gozar del comer, les propongo lo siguiente: Permitir que el estrés de nuestro día se vaya con el agua al lavarnos las manos, tomar un momento para contemplar todo el camino que recorre la comida antes de llegar a nuestro plato, tomar conciencia de los nutrientes y no queda mas que deleitar de los exquisitos sabores y aromas y saborearla. Muy Buen Provecho!!! Los invitamos a seguir buscando en QUEREMOSCOMER.REST