La Fruta de la Pasión

Este delicado fruto proviene principalmente de las zonas tropicales de América –principalmente Brasil y Paraguay- pero  su cultivo se extiende hasta el Caribe, Australia y Hawaii. En México acostumbramos consumir su pulpa con la que preparamos aguas frescas, helados, mermeladas, ensaladas  y postres.

El Maracuyá es uno de las frutas más aromáticas que existen, y su sabor es una mezcla de acidez y dulzura por su alto contenido de azúcares. Su néctar, la parte comestible de esta fruta, es  de color amarillo brillante y envuelve pequeñas semillas. La más conocida es la variedad amarilla, pero en realidad existen otras variedades que presentan color de piel y pulpa más oscuras.

Por su sabor tan vibrante no puede pasar inadvertida cuando se ha empleado en algún platillo o aderezo, además su color amarillo brillante es atractivo visualmente. Por estas características suele emplease para crear contrastes en un platillo, entre lo dulce, lo acido y lo salado. Por ejemplo de Sikasso te recomendamos los Camarones gigantes empanizados con almendra y ajonjolí negro en salsa de maracuyá.

En el restaurante Syrah elaboran un delicioso Cheese Cake de Guayaba que en la parte superior tiene una rica cobertura de salsa fresca de maracuyá, que con su acidez contrasta muy bien con lo dulce el postre mientras que las semillitas de la fruta crujen al morderlas. Hablando de postres en Hudson, no dejes de probar el Pastel Tibio de Chocolate con coulis de maracuyá que con su acidez logra balance entre los sabores.

Además de las cualidades por las que es apreciada en la gastronomía, también lo es  por sus propiedades nutricionales porque es rica en vitamina A y C, también es fuente de potasio y hierro mientras que sus semillas son ricas en fibra.

Si esta temporada en los restaurantes que visites ves en el menú algún platillo que contenga Maracuyá o Fruta de la Pasión no dudes en saborearlo, porque seguro será algo muy rico.