Las Patronas

“Yo soy tu tía, tu hermana, tu madre, lo que tú quieras que sea, pero no estás solo. Aquí estoy yo contigo”
Una de Las Patronas a un joven hondureño, pasajero y víctima de La Bestia.

Durante la segunda edición del foro Paralelo Norte, celebrado en Monterrey en octubre pasado, hubo muchas ponencias cuya intención era hacer de la gastronomía un pretexto para contar lo que sucede en otros países. Joan Roca habló del proceso creativo del Celler de Can Roca, Guillermo González Beristaín del trabajo en equipo, Jorge Rausch de cómo usar la cocina para acabar con la plaga del pez león, entre otros temas. De esta forma, esta clase de foros exploran problemáticas mundiales que pueden resolverse a partir de la comida.

Hubo una ponencia que fue muy poderosa a la hora de exponer un tema en especifico en la mesa de discusión: la situación que atraviesan los migrantes de Centro y Sudamérica a bordo del tren ‘La Bestia’. Quien habló de ello fue Josefina Santacruz, chef de los restaurantes Sesame y Paprika, quien explicó lo familiarizada que estaba con el tema al haber trabajado durante muchos años en Nueva York. Ahí no sólo conoció el drama que los migrantes viven para llegar a Estados Unidos, fue testigo también del gran trabajo que realizan en busca de una mejor vida. Es por ello que Josefina aprovechó para poner la lupa de cocineros, periodistas y estudiantes sobre una problemática que está más presente que nunca.

El tema de la migración siempre ha estado presente, pero recibió particular interés internacional en meses pasados a partir de la la tragedia siria personificada en la poderosa foto del niño Alan Kurdi en la playa sin vida. “A mi me sorprende que en México tenemos este tema de estar viendo hacia fuera, este drama de los migrantes lo tenemos nosotros aquí todos los días y no lo vemos”, reflexionó Josefina, mientras explicaba qué sucedía en nuestro país y cómo podíamos ayudar como mexicanos a los viajeros que van en busca del American Dream. “Nuestra motivación personal para convertirnos en cocineros fue el darnos a los demás”

El 95 por ciento de los migrantes que cruzan México vienen de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Se calcula que tan solo en 2014, pasaron por nuestro país 12.2 millonesde migrantes en su camino a EUA –1 de cada 3 es mujer. “Tristemente no son solo ‘migrantes ilegales’, son invisibles”, remarcó Josefina Santacruz en su ponencia, explicando que las estadísticas gubernamentales con respecto a la violencia en nuestro país no los cuentan en sus cifras. De acuerdo a la Organización Internacional de Migraciones (OIM),se calcula que desde 1998, más de 6,000 personas han fallecido entre la frontera de México y Estados Unidos.

A su paso por nuestro país, los migrantes se enfrentan a toda clase de problemáticas, más allá de la distancia entre sus lugares de origen y su destino. A bordo de La Bestia (un tren que recorre todo el país y en el cual viajan en el techo) inician las calamidades, desde las inclemencias del clima y la violencia física –sobretodo a mujeres que sufren violaciones y golpes. Cuando pasan por nuestro país se enfrentan no sólo al hambre y los peligros de ir a bordo de ‘La Bestia’, tienen que lidiar también con la violencia de los cárteles, oficiales de migración y policías corruptos, y gente que abusa de su necesidad para despojarlos de sus pertenencias, secuestrarlos, desaparecerlos, violarlos o incluso, matarlos. Todo esto en completa complicidad con las autoridades.

Pareciera que fuera un viacrucis que enfrentan solos, pero hay algunos grupos que ven por ellos en el camino. Uno de estos ángeles son Las Patronas, quienes comenzaron cuando dos hermanas –Norma y Leonila–, salieron a comprar el pan y su camino se vio interrumpido por ‘El Tren de las Moscas’ (apodado así porque la gente va colgada arriba de él). A su paso, los migrantes comenzaron a gritarles que les dieran de comer y las hermanas sin pensarlo, comenzaron a aventarles el pan. De eso ya han pasado veinte años, ahora son un grupo de mujeres que prepara alimentos a diario con una dieta básica de arroz, frijoles y tortillas. Para lograrlo, dependen de donaciones de particulares, mercados y hasta restaurantes.

“Las Patronas cocinan, ponen la comida en bolsas y las avientan a los migrantes que pasan en el tren, –explica Josefina Santacruz–, No tienen idea a quien están alimentando. No lo hacen por agradecimiento, no lo hacen porque les levanten el ego. Es la manera más franca de poder compartir”. No sólo eso, también les avientan agua potable en botellas que van amarradas por una cuerda para que se atore en el brazo y no caigan del tren intentando atraparlas.  Ha sido tan importante la actividad que ejercen, que este año fueron nominadas al Premio Princesa de Asturias.

Además de ellas, existe una red de albergues para migrantes en todo el país, principalmente apoyados por las diócesis de los estados, como los Hermanos en el Camino del Padre Alejandro Solalinde en Oaxaca.  Funcionan a través de donaciones en especie y trabajo voluntario. En ellos, los viajeros pueden dormir, comer y sobre todo, sentirse seguros en oasis de paz.  Tan solo tienen una premisa que explica Josefina Santacruz: “No juzgar, sólo dar de comer. Dignifica mucho sentarte a comer en una mesa con gente que está en la misma situación que tú y compartir”.

La chef Josefina Santacruz platicó con más de quince mujeres en distintos albergues del país para documentar su lucha. Todas sin excepción hablan de lo que prepararan para los migrantes con muchas ganas de ayudar. “Son mujeres que no tienen, que tampoco les sobra y que se las ingenian para dar de comer”. Para poder ayudarles de una manera más directa, la chef creó la página en Facebook ‘Todos a Bordo’, donde se reunirá información sobre cómo apoyar a los distintos albergues en todo el país. De esta manera, se concentrará en un solo espacio la información para poder facilitar la ayuda. Se trata de que la alimentación se convierta en un derecho para todos, sin excepciones.

La gastronomía va más allá de comer en un plato bonito en una mesa coqueta. Es ayudar a quienes no les sobra y buscan alimentar a quienes no tienen nada. Por eso es importante poner en la mesa temas como los que expuso la chef Josefina Santacruz en Paralelo Norte. Es momento de actuar en una tragedia humana que está pasando en este momento en nuestro país. Si no es ahora, ¿cuándo?