Los Espárragos

De tallo alargado y cabecita llena de pequeñas hojas apiladas entre sí,  los espárragos cuando están en su punto son una deliciosa verdura que se disfruta de principio a fin. Se cree que su origen surgió hace miles de años en la antigua Mesopotamia y que fueron los Griegos y Egipcios quienes empezaron a consumirlos, por lo que de esta manera llego hasta el Imperio Romano quién propago su consumo por diversas regiones de Europa durante la ocupación, entre ellas la península ibérica.

Desde el Siglo XVIII los espárragos ya eran considerados como un alimento muy apreciado lo que los hacía la verdura predilecta entre la burguesía de le época. Actualmente Italia y Francia son los países de mayor producción a nivel internacional, y los gustos de los consumidores también han cambiado por lo que han sido adoptados en la dieta de otros países, aunque no sin ello dejar de ser considerados como un alimento exquisito. Además también son apreciados por sus propiedades medicinales –son diuréticos-  gozan también  de un bajo porcentaje calórico, y alto contenido en fibra que favorece la digestión.

Aunque hay dos variedades comunes, los verdes y los blancos, éstos últimos se empezaron a consumir hasta después del siglo XIX. Los espárragos blancos, son el resultado de una cosecha en la que se impide que éstos reciban el paso de la luz, para impedir que la clorofila les de su color característico. Los espárragos morados por otro lado son una curiosa variación con alto contenido de azúcar lo que le otorga su especial color.

Los espárragos son muy fáciles de preparar, lo importante es saber elegirlos cuando están frescos. Deben de tener las puntas compactas y el tallo debe de ser de color verde uniforme, en la raíz donde fue cortado debe apreciarse un corte parejo. Cuando está cóncavo significa que está seco, marchito. No hay relación entre el grosor del tallo y sabor. Es mejor que los brotes sean suaves porque está relacionado con la frescura.  

La manera más sencilla de cocinarlos es hervirlos o asarlos, y rociarlos con algunas gotas de aceite de oliva, mantequilla o alguna salsa ligera. Con los tallos se puede preparar una sopa de espárragos. LaChef Laura González de Beluz, nos comparte una deliciosa receta. Y según la costumbre europea, aun en un ambiente formal es de los pocos alimentos que se pueden comer con la mano directamente.