SABOREA LA NAVIDAD COMIENDO FRUTAS SECAS

La navidad es una de las fiestas que se celebran con mayor regocijo alrededor del mundo. Los preparativos para la gran noche del 24 de diciembre son siempre una gran expectativa que despierta una prisa constante y una alegría contagiada por todos nosotros.

Las fiestas decembrinas están acompañadas de una variada gastronomía, según las costumbres y tradiciones de cada pueblo. La preparación de los platillos para la Nochebuena es símbolo y reflejo del legado de cada país.

Los sabores en la navidad son parte de la creatividad de quien los prepara, desde la abuela hasta los grandes chefs. Una alternativa para dar vista y elegancia a tu menú son las llamadas frutas secas, nutritivas y de gran sabor. Son utilizadas no sólo para bebidas, ensaladas ó postres en esta época, sino incluso, en los platos fuertes más célebres y elaborados, primordiales para dar un toque de sabor y sofisticación, además que durante el invierno son ideales, por conservarse en excelente estado por mucho tiempo, sobre todo a bajas temperaturas.

Las frutas en sí, son ricas en contenido de nutrientes, pero desecadas, son una fusión de salud para el cuerpo. Este proceso de los frutos consiste en reducir al máximo su contenido de agua, lo que da como resultado la concentración importante de nutrientes y la eliminación de gérmenes que requieren la humedad para vivir.

La gran variedad de frutos y frutas secas son: ciruelas, pasas, albaricoques, dátiles, higos, almendras, avellanas, pistaches, nueces, semillas de girasol, piñones y macadamias, entre otros. Los puedes incluir, tanto en el ponche de navidad, así como, en ensaladas, hasta en el tradicional bacalao navideño ó el pastel de navidad, también puedes hacer un original pastel de queso con pistaches. Tu eliges donde y como.

Su origen y tradición se dio en varios países desde la Edad Media, con platillos como la ternera con ciruelas y dátiles ó las empanadas con pollo, buey, dátiles, ciruelas y pasas, que formaban parte de su gastronomía. Lugares como Turquía, Irán, Arabia y Yemen, cocinan desde esa época y hasta nuestros días el cordero con ciruelas, albaricoques, almendras, miel y especias.

Las creencias populares siempre forman parte de las festividades; una curiosidad de la cena navideña en Finlandia, tiene que ver con el platillo tradicional de la época, el cual consiste en un gran pastel de arroz preparado con sólo una almendra perdida en su interior. Lo interesante es que se dice que aquel muchacho o muchacha que reciba la porción del pastel con la almendra, se casará antes de la próxima Navidad.

El proceso de desecación o deshidratación de las frutas puede variar; una de ellas es el calor natural. Este consiste en dejar secar las frutas al sol, tardando aproximadamente unos ocho días, la dificultad es que no se puede realizar en todas las regiones, ya que el clima debe ser el adecuado para mantener las cualidades y sabores en las frutas.

La otra opción es por calor artificial, ya sea en horno ó en microondas, permitiendo regular la evaporación progresivamente; iniciando con una temperatura de 45 a 50 grados, llevándola hasta los 65 ó 70 grados. Este proceso se lleva de 8 a 10 horas en el horno y de 30 minutos a una hora en el microondas.

Estos frutos tienen un alto valor calórico por su gran cantidad de hidratos de carbono simples, que va desde las 163 calorías hasta las 264 calorías por cada 100 gramos.

Si bien es cierto que por el proceso de desecación de las frutas, se pierden las vitaminas A y C, la realidad es que sus demás nutrientes permanecen intactos ó incluso aumentan su concentración.

Estos nutrientes que aportan en gran cantidad son diversos, como la fibra, indispensable para mejorar el transito intestinal y ayudar con el estreñimiento, otro elemento que contiene, es el potasio, necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y la actividad muscular.

Contienen también, provitamina A ó betacaroteno, el cual funciona como antioxidante y es indispensable para la vista, la piel sana, las mucosas, los huesos y el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. Otro de los componentes que aporta es el magnesio, este nos permite mantener el adecuado funcionamiento intestinal, nervioso y muscular, además de ser excelente para huesos y dientes.

El siguiente beneficio que incluye, es la vitamina B3 ó niacina, que nos ayuda en el proceso metabólico para el mejor aprovechamiento de los hidratos de carbono, ácidos grasos y aminoácidos. La composición de las frutas secas, también incluyen hierro, potasio y calcio, entre otros. Así que además de sabor nos ayudan a mantenernos con energía y saludables.

También es importante mencionar que no aporta altas calorías al cuerpo, pero son altos en azucares, así que no debemos olvidar el no excedernos y el cepillarnos los dientes y cuidar estos junto con las encías después de consumir alguna fruta seca.

Así que si quieres probar un nuevo sabor en tus platillos, incluye frutos secos esta navidad y en tu dieta diaria, un alimento con un delicado y artesanal proceso de secado para que los disfrutes al máximo.

 

 

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En nuestro próximo artículo te platicare de cada uno de los frutos secos para que conozcan su origen, composición, efectos y utilización.

¡FELICES FIESTAS!