Descubren que los endulzantes artificiales pueden causar obesidad.

Un nuevo estudio realizado por científicos israelitas ha encontrado una conexión entra la obesidad y la diabetes y el consumo de endulzantes artificiales. Los mamíferos tenemos la habilidad de extraer energía de los alimentos que consumimos, esto se realiza a través de microorganismos que habitan en el tracto intestinal. El estudio israelí sugiere que los endulzantes artificiales promueven el crecimiento de estos microorganismos que transforman lo que comemos en grasa que va directamente a depositarse en el cuerpo.

En el experimento realizado durante 10 semanas, se alimentó a los ratones con aspartame, sucralosa o sacarina, mientras que a otros ratones se les daba azúcar natural, en la semana once los ratones que comían azúcar natural estaban bien mientras que los que comían endulzantes artificiales tenían altos niveles de glucosa en la sangre lo que significaba que tenían dificultad para absorber la glucosa lo que podía repercutir en diabetes, enfermedades cardiacas o del hígado. 

Aunque los resultados aun no son conclusivos, los científicos de Israel concluyen que hay un endulzante en particular -la sacarina- que tiene un efecto importante en el balance de microorganismos del tracto intestinal y el estómago, por lo que recomiendan utilizar mejor azúcar natural.

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