El queso es adictivo como la cocaína.

Un estudio de la Universidad de Michigan encontró que la proteína caseína es la culpable de nuestra adicción al queso, ésta libera los opiáceos (alacaloides presentes en el opio) llamados casomorfinas durante la digestión, éstas a su vez se meten con los receptores de dopamina en el cerebro lo que activa elementos adictivos.

El estuido además encontró que hay otros alimentos que generan similar addicción en el cerebro como las papas fritas, el chocolate y el refresco. 

Por si fuera poco, otro estudio hecho por el Connecticut College encontró que las galletas Oreo son igual de adictivas que la cocaína. El estudio -hecho en ratas-, encontró que comer las famosas galletas activaba la zona del placer del cerebro de la misma forma que lo hacen las drogas. Es por eso que no puedes parar de comerlas aunque quieras, te vuelves adicto.