Que un alimento sea orgánico no significa que el animal haya tenido buena vida

En Estados Unidos y algunos otros países del mundo existen diversos estándares orgánicos que delimitan las reglas para clasificar un producto como orgánico, entre las que incluyen algunas prácticas de cultivo y que esté libre de pesticidas. Lo que los consumidores ignoran es que estas reglas no delimitan la forma en que los animales deben ser tratados.

De acuerdo a una encuesta telefónica realizada en Estados Unidos, por la Sociedad Americana de Prevención de Crueldad hacia los Animales (ASPCA),68% de los consumidores piensa que los animales de granjas orgánicas "tienen acceso diario a pastar en el exterior y aire fresco", de la misma manera 67% creía que  "los animales tienen más espacio para moverse que los que provienen de granjas no orgánicas".

Desde 2011 existe un movimiento en Estados Unidos promovido por un grupo de productores, consumidores y científicos llamados National Organic Standards Board, que busca que los productores orgánicos sigan una serie de reglas entre las que incluye garantizar un mínimo de 120 días de libre pastoreo al año para vacas y otros animales rumiantes. En el caso de las aves de corral, buscan que cada ave cumpla con un mínimo de espacio por corral.

Aún se trabajan los lineamientos entre productores, la ASPCA y la FDA para llegar a un acuerdo en el que el bienestar de los animales sea algo que repercuta en la toma de decisiones de la industria y por ende, del consumidor.

---

Texto basado en el original publicado en inglés en Civil Eats.