Era uno de mis lugares favoritos, pero desde que cambió la administración el servicio pésimo, incluso grosero. La última vez que fui pedí un pastel dividido en dos y me dijeron que a los dueños no les gustaba que los clientes compartieran (si creen que así pedirás dos pasteles están muy equivocados). Entonces pedí un platito extra y nunca llegó. La persona de la caja difícilmente me quiso decir de qué eran los pasteles que tenían en la vitrina. No vuelvo!!!!!
En efecto, el servicio es lento, pero vale mucho la pena. El chiste es ir sin prisa y disfrutar del ambiente coyoacanense. Los alimentos son de muy buena calidad y porciones decentes. Especialmente recomiendo ir a desayunar (llegar antes de las 9:30 am es ideal porque se llena),pedir el desayuno de la casa y, por que no, una pieza de pan (todas son buenísimas).