Cuando llegamos al lugar esperamos a que la Hosstess nos asignará una mesa y muy amable nos llevó a un booth al fondo. Nos recibió una mesera bastante ruda y cortante. Nos sirvió un café pésimo con consistencia de un té y al preguntarle si tenía otro café nos dijo que así se servía ahí además de habernos salpicado por servir de mala gana. Nunca había tenido una suerte como está en un restaurante Toks, sé que no es el lugar, es el servicio de mala calidad de esa mesera.