Nos lo recomendaron para cenar pero nos fuimos con muy mal sabor de boca.
Los meseros no saben lo que los platillos llevan; soy alérgica a muchos ingredientes y se lo comenté al mesero. A pesar de eso, al recibir uno de los platos, sospeché que llevaba un ingrediente que no puedo comer, el mesero lo negó muy seguro; solo hasta insistir en preguntar qué llevaba el platillo, el mesero aceptó en ir a preguntarle al chef, quien confirmó que llevava el ingrediente que me causa alergia.
De entrada pedimos el aguachile de hamachi... la porción es ridículamente pequeña. El postre de manzana una pena. En fin, no nos pareció nada recomendable.