Unos amigos y yo fuimos un sábado, era noche de dos grupos, uno de ellos era un quinteto; el baterista, hizo algunos "solos" IMPRESIONANTES; el trompetista, más que genial, ellos serían la razón por la cúal yo regresaría. El servicio es lento y poco eficiente; el chef se anuncia como el nieto del creador de la ensalada César, pero por toda la comida que probamos, nos dimos cuenta que no tiene méritos propios. El restaurante carece de entrada para discapacitados. De preferencia hay que reservar.
Este es un lugar excelente la primera vez que vas, la música en vivo es muuuy buena, la comida, el servicio, en general todo bien... lo malo es que la segunda vez que vas todo es igual!!! los mismo músicos, las mismas canciones y el mismo solo de bateria. Así que no es un lugar para ir muy seguido porque cada visita parece una foto de la vez anterior