Dicen que las crisis sacan lo mejor de la gente, hoy el restaurante abierto al 50% por la pandemia, pero los platillos preparados como nunca, y con el sabor de siempre. El carpaccio brutalmente delicioso, la carne al burro fenomenal, las pastas increíbles. Sería una tragedia que este lugar cierre por la pandemia, no debemos permitirlo. Regresaremos lo antes posible.
Sin duda el mejor restaurante italiano del país. El excelente servicio y su suculenta comida nos transportaron al Piemonte. Lugar sin pretensiones y fiel al típico estilo italiano, es el espacio ideal para cenas románticas y escapar del bullicio citadino. El filete al burro nero y los tajarines son excelsos. Más que recomendable acompañarlos de un vino italiano a base de nebbiolo. Bon Appétit!