Había oído mucho de este lugar y moría por conocerlo. Al fin fui a cenar, éramos tres amigos. La mujer que nos atendió con una jeta todo el tiempo, malencarada, realmente grosera, nos tenía tensos. Cuando le pregunté si estaba molesta y si podía por favor cambiar su actitud fue peor!!! Realmente una terrible experiencia. Qué pena porque la comida nos gustó, pero su actitud nefasta nos invitó a no volver jamás. NO LO RECOMIENDO.