Es el mejor por su ambiente familiar, servicio esmerado y menú de cocina mexicana tradicional. La decoración, los murales, sillas de montar, el maguey y los gallos te hacen sentir en un rancho. Los platillos bien servidos y MUY BUEN SAZÓN.
La ambientación es muy padre, tiene al entrar sillas de montar en exhibición, murales en la parte superior, tiene un jardín con un maguey enorme y jaulas con gallos de pelea y gansos.
La comida es deliciosa, recomiendo los paquetes de almuerzos y en general la carta
El lugar es muy agradable, el mole es excelente, tal vez la mejor opción para comer aquí, la atención de los dueños (Don Beto y Poncho) es esmerada y considerada, cada vez que voy a este lugar me siento muy a gusto. Definitivamente recomendable por su ambiente familiar.