Es un buen lugar no extraordinario pero si bueno, la comida es muy rica, la vista desde la terraza es bella y el servicio muy bueno, es un lugar para volver a ir
Llegamos a desayunar un domingo a las 9:45. Según abren a las 9 pero no había nadie. Las mesas adentro estaban cubiertos con las compras del súper, pero las mesas en la terraza estaban arregladas. Después de esperar un rato, nos atendieron. Pedí pan dulce con mi cafe y nunca llego. Los platillos que pedimos eran muy ricos. Yo pedí el Rollo Azteca y mi pareja los huevos rancheros. No había agua en el baño para lavar las manos, y tuvimos que parar de la mesa cuando necesitábamos algo.
Excelente opción en el centro de la ciudad. Comida accesible y de autoría, con un menú de sorprendentes fusiones de modernidad y elementos bien definidos de la cocina mexicana. Un aplauso.