¡A celebrar con Champaña!

En estas fechas, las celebraciones no faltan (a veces hasta sobran) y el invitado de honor suele ser un vino para brindar por los momentos que se comparten. Un poco más de glamour se hace presente si el vino es espumoso, pero si se trata de Champaña, el lujo envolverá al festejo. Bueno, siempre y cuando se sepa apreciar la Champaña que se sirve y se la trate con delicadeza para aprovechar mejor sus cualidades. Por eso, te compartimos una sencilla guía para degustar la Champaña en esta época festiva. ¡Salud!

—A una buena Champaña se le ha de mimar desde el principio. Después de comprarla, hay que tener especial atención en  su transporte y almacenaje. Trata de no agitarla y una vez que la coloques en la cava o el lugar donde lo guardarás, ya no lo muevas hasta el día en que la vayas a beber. Sino tienes cava, guárdala en un sitio fresco, sin luz y sin frío excesivo. La temperatura constante le hará bien, los cambios bruscos de temperatura pueden estropearla.

—Recuerda que la copa sí influye en el sabor. Es ideal degustarla en copas tulipas, porque tienen la boca estrecha y la base ancha. Así, la temperatura baja se conserva por más tiempo, no se pierde el gas y al mismo tiempo puedes apreciar mejor los aromas sutiles.

—La Champaña se bebe fría, pero no tanto. Es recomendable que tres horas antes de servirla, la enfríes y la mantengas a siete grados. Si tienes poco tiempo y no puedes darte este lujo, coloca la botella en una bolsa con agua y hielo durante veinte minutos. Mantenla ahí mientras se consume.

—El descorche es un arte que merece atención. Vamos por pasos: 1) coloca un dedo sobre el tapón y mantenlo ahí, 2) desenrosca el alambre, pero no lo quites (esto es importante, porque el alambre sujeta al corcho, impidiendo que éste resbale en la mano),3) inclina la botella unos 45 grados mientras sujetas el corcho con la mano izquierda (si eres diestro; sino, al revés) y 4) gira la botella con la mano derecha (si eres zurdo, con la izquierda). Lo más importante de todo: no te coloques frente a tus invitados. No quieras lucirte, puedes causar accidentes no deseados, recuerda enfrentar el cuello de la botella hacia el lugar más amplio y menos poblado del lugar y descorcha con debida discreción, sin golpes ni shows.

—Hazle honor, sírvela con elegancia. Colócate siempre del lago derecho del comensal y sirve con suavidad. Si puedes, inclina la copa ligeramente para que el líquido caiga sobre la pared de cristal y no directamente sobre el fondo. Sé prudente con la velocidad y mantenla constante, recuerda que si la sirves muy rápido generarás mucha espuma y si lo haces demasiado lento, eliminarás todas las burbujas. Lo correcto es casi llenar la copa, dejando un centímetro aproximadamente de distancia entre la espuma y el final de la copa. Si no calculaste bien, vuelve a servir, no pasa nada. Finalmente, gira ligeramente la muñeca mientras levantas la botella para retirarla, así evitarás el desagradable goteo.

—La estética es el toque de elegancia, incluso al beberla. Disfruta tu copa de Champaña, date un gusto, tómate el tiempo para apreciarla. Observa a las burbujas, si son gruesas y rápidas, advierten signos de juventud; si son pequeñas y finas, probablemente tu Champaña es de gran calidad. Aprecia su aroma, no es necesario que te esfuerces en encontrarle notas olfativas muy sofisticadas, solo goza unos segundos y luego bebe. Guarda unos segundos el líquido en la boca, así el paladar apreciará mejor su sabor.

Recuerda que disfrutas más si bebes con prudencia y ya está: este momento de celebración con Champaña quedará en la memoria con cariño. ¡Chin, chin, salud!