El té rojo

Después de la época de fiestas, comenzamos en enero buscando la manera más fácil, cómoda e infalible para desintoxicarnos de tanto exceso y encontramos una manera fácil para lograr nuestro objetivo: eliminar todo lo que ya no nos sirve.

Entre varias opciones que encontramos en el mercado, uno de los que más nos convenció fue el té rojo, también llamado té de los emperadores, ya que éste era consumido hace cientos de años exclusivamente por la nobleza china

Este té, proveniente de la región de Pu-er en Yunnan, China, actúa como acelerador del sistema hepático y nos ayuda a eliminar las toxinas de la sangre y al mismo tiempo activa la producción de enzimas purificadoras. También disminuye los niveles de grasa ayudando a controlar el colesterol y refuerza el sistema inmunológico.

Al ser un acelerador del organismo, no es recomendable  que lo consuman mujeres embarazadas, niños y personas con problemas cardiacos o de edad avanzada.

El té rojo contiene menos cafeína que una taza de café o que cualquier té, esto es debido a los años que pasa en fermentación que pueden ser de 2 hasta 60 años en barricas de roble, añejándose en condiciones de humedad muy alta.